Propósito

Comentarios, críticas, reseñas, opiniones y datos curiosos sobre las películas, series y caricaturas que de alguna manera me han valido la pena para elogios, burlas, inspiración, berrinches ó admiración.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Rocket Science


No suelo comentar películas vistas a medias, pero esta simplemente me atrapó desde un simple vistazo a la fotografía. Dios bendiga a HBO... habiendo dicho esto, procedo. Este filme de Jeffrey Blitz tiene una premisa similar a su cinta anterior, Spellbound, que se centra en un grupo de adolescentes tratando de ganar un concurso de deletreo. La historia se centra en Hal Hefner (Reece Thompson), un adolescente con un hogar recientemente cambiado. El divorcio de sus padres, la cleptomanía y violencia de su hermano Earl, y su nuevo padrastro y hermanastro coreanos lo tienen en una desgastante situación. Tan desesperante, que no para de balbucear.
Tratando de buscar las respuestas de la vida, se encuentra con Ginny, una obsesiva estudiante que busca desesperadamente ganar el concurso interescolar de debate. Ella, instándolo a mejorar su vida, lo "recluta" como pareja de debate, y comienza a entrenarlo para ganar el concurso con el que está tan obsesionada. Añadiéndose más presion, Hal se esfuerza por detener sus balbuceos mientras se percata que está enamorado de Ginny.
La trama, aunque parece típica para una comedia romántica, no cesa de dar giros inesperados, y, a riesgo de forzar la historia y los personajes, las vueltas de tuerca no cesan sus giros, hasta llegar a un final completamente inesperado.
Similar a lo que sucede con Little Miss Sunshine, Rocket Science parece ser una película "en donde no pasa nada", es decir, que podría verse como una película con un conflicto que no se soluciona, pero, en realidad, las pequeñas subtramas y giros de tuerca tienen la grandeza de ser las que van encontrando una conclusión, revelando un avance etéreo en la mente del personaje.
Las actuaciones no requieren de un elaborado trabajo externo, y se nota una mayor importancia en los conflictos internos y cómo interactúan con los problemas establecidos. Esto les infiere a los actores, en especal a Reece, la difícil tarea de convencer al espectador que tienen un problema, causado por factores tanto internos como externos, a la vez que luchan con los problemas agregados conforme avanza la historia. Reece resulta excelente, tanto en expresión facial como en actuación en general, y sus problemas logran conmover de manera auténtica.
Ginny (Anna Kendrick) me ha demostrado que su talento fue descaradamente desperdiciado con su pequeño papel en Crepúsculo. Obsesiva, autoritaria y voluntariosa, ejerce el papael de comandante en jefe y bitch profesional de una manera ingeniosa y divertida. Aunque desaparece a la mitad de la película, su personaje se mantiene activo como un leit motiv para Hal.
El resto del cast, igualmente de absurdo y disfuncional, hacen sus aportaciones para que la atmósfera de presión de Hal no decaiga. Cada uno influye en él de manera única. Earl, su hermano, lo agrede verbalmente, pero se detiene al tener que usar los puños para causarle daño físico. Heston es el típico friki bonachón, geek e inocente, se mantiene fiel a Hal, aunque de repente su personalidad pueda sacar de quicio a Hal. El padrastro mantiene una fuerte y pasional relación con su madre, y, yuxtaponiéndose al rol de su propio padre, el cuadro resulta desagradable para Hal. Además, la contigüidad de sus habitaciones le permite (por desgracia) escuchar las fuertes peleas que resultan de una relación tan visceral.
La música es otro punto a favor. Paralela al ritmo (lento), los movimientos de cámara y encuadres (nulos ó lentos, cerrados ó abiertos en extremo, respectivamente), y la fotografía (grisácea), la música es suave, tranquila, y acorde con la situación. Consecuentemente, existe un balance muy equitativo entre la música original y las canciones utilizadas, otorgándole dinamismo y frescura, que realzan el tono de la película, sin caer en una incongruencia con la imagen.
El humor es muy del estilo de Juno, Garden State y Little Miss Sunshine, es decir, es un humor un poco más ácido e inteligente, lo tienes que encontrar, y difícilmente se aprecia en el pésimo subtitulaje de HBO. Muchas bromas se esconden entre los planos, o en el diálogo, en la ironía y el sarcasmo, en una mirada o un gesto. He visto varias críticas negativas señalando aburrición a la hora de enfrentarse al ritmo y a la historia. Y sí, si uno la ve con ganas de encontrarse con un American Pie, la película parecerá lo más horrendo del mundo, pero esta es una de las características de este tipo de cine.

El reclutamiento

En conclusión, he de recomendar esta película a aquellos que hayan disfrutado de Juno, Garden Sate, y Little Miss Sunshine. Es una de las llamadas "pequeñas películas", que tal vez no tengan una historia intrincada que los lleve por todo el mundo, o carezcan de un McGuffin, pero en donde el avance se da en el interior del personaje, y termina siendo una persona mejor que al inicio de la historia.

lunes, 7 de septiembre de 2009

¿Qué pasó ayer?


¿Dónde Está mi Auto? marcó un tope en el nivel de estúpida ridiculez para una película, inclusive para mis propios parámetros. Luego del éxito de esa película, ¿Qué pasó ayer? regresa con una trama parecida, en donde tres tipos se despiertan en una habitación de hotel en Las Vegas, luego de una agitada despedida de soltero, sin recuerdos de la noche anterior, un tigre en el baño, un bebé en el clóset y el novio desaparecido. De esta manera, el nuero y sus dos mejores amigos se dan a la tarea de dar con el paradero del festejado antes de su boda.
La premisa resulta muy atractiva, e interesante, tal vez demasiado para ser verdad. Y así es. A la mitad de la película, los absurdos se vuelven tediosos y ridículos, y, sin que esto deje de afectar el humor, la trama realmente se cae.

Lo visualmente hermoso son las tomas de Las Vegas al inicio, amo ver esa ciudad tan llena de vida, ruido, imponente arquitectura y brillo de neón, rodeada de un vasto desierto que parece un rincón sin vida.
La música es casi inexistente, y resulta superpuesta por canciones en las escenas de acción y dramatismo, con grupos variados y rolas del ayer y hoy. Recuerdo "Yeah!" de Ludacris, Li'l John y Usher de mis tiempos dorados de la prepa. También la quemadísima "Who Let the Dogs Out?"
de los Baha Men, y muchas más que ya no resuenan tanto en mi memoria.
De los personajes puedo destacar a Zah Galifianakis, que interpreta al nuero, vamos, es el McLovin de esta película. El tipo está medio tocado, demente, pero aún así resulta ser alguien que se esfuerza por agradarle a la gente, considerado y noble. Todo esto, en conjunto con un cerebro desecho por las drogas, crean a un personaje muy cómico, cuyo tiempo en pantalla es el perfecto. Los otros dos son más estereotipo, uno con la actitud de Owen Wilson y el otro como el nervioso Ben Stiller, que ni son tan graciosos, pero llevan mejor la película.
Recomendada para aquellos simplistas que deseen pasar un buen rato, simplemente. Y como yo estoy en contra del cine "para pasar el rato", acabo de entrar en un conflicto, sobre si realmente recomendar esta película para el cine. Y no, la verdad es que no amerita los cincuenta pesos (más los cien de la botana), yo digo que sería mejor verla en la tele con palomitas de siete pesos del Oxxo. Pero sí da risa. Mucha, jajaja ¿ven?

domingo, 6 de septiembre de 2009

Arrástrame al Infierno


Raimi acaba de reivindicar al cine de horror, sin presentar una película "en forma" del género. Así lo pongo. El creador de éxitos de culto como la trilogía de Evil Dead (Evil Dead, Evil Dead 2, y Army Of Darkness) y la de Spider-Man (no necesito enlistarlas), vuelve con una joyita bajo el brazo. Drag Me To Hell, ó Arrástrame Al Infierno, es la recomendación personal ahora que se aproxima la temporada de películas de terror. Estrenada este fin de semana junto con La Huérfana, Arrástrame Al Infierno presenta a Christine Brown (Allison Lohman), una joven empleada de un banco que trata de vivir la vida perfecta al lado de su novio Clay Dalton (Justin Long), mientras trabaja duro por conseguir un ascenso. Un buen día, una asquerosa y necesitada anciana acude a Christine para solicitar una extensión en el pago de su hipoteca, y así poder mantener su hogar. Presionada por su jefe, Christine se ve obligada a rechazar su solicitud, lo que enardece a la anciana lo suficiente para lanzarle una maldición, que la llevará al infierno en tres días.

Sin contar más de la trama, sólo puedo decir que Raimi sabe mezclar a la perfección los momentos de terror y comedia que suelen caracterizar sus películas. Desde Dead Alive, una de sus primeras obras, se constata que el enfoque del director no es completamente serio y estoico, hay momentos para relajarse y reír, otros para profundizar el suspenso, y, los más, para gritar.

Con esto, debo resaltar la alta presencia de un contenido humorístico detrás de los sustos mas grandes, un detallazo que complementa en demasía una historia con altos tintes de originalidad y creatividad.

Los protagonistas también se llevan parte de los aplausos para la cinta. Allison Lohman en primer lugar, por su retrato de una chava tonta wannabe de la americana perfecta, que nomás no lo logra. Además de todas las torpezas bien actuadas en sus desesperados intentos por librarse del espíritu que la atormenta. Justin Long, bueno, parece haber tomado un papel más maduro, y encaja como un joven wannabe también, pero profesional. Destaca la participación de Adriana Barraza (la niñera que se lleva a los nños de sus patrones en Babel) como la médium Shaun San Dena, que logra una penetración importante a pesar de estar poco tiempo en pantalla. En una entrevista, destcaba que Raimi la incorporó durante toda la producción a pesar de que sus escenas fueron las últimas en filmarse.
La música encaja perfectamente, haciendo sus apariciones aquí y allá, justo cuando es necesario, y en ocasiones levanta aún más los toques humorísticos.
Los efectos bueno, son una combinación de los tradicionales stunts, elaborado maquillaje, y un toque de CGI para las escenas que requieren de más impacto visual. La caracterización de la anciana Sylvia Ganush es aterradora, tanto por su físico como por la edición de audio, lo que la convierte en un personaje memorable, y podría incluso quedar en la memoria colectiva al lado de la médium en Los Otros, y Samara Morgan en El Aro.

Para no tomarse en serio

He visto por ahí críticas respecto a que la película es "mala", porque los efectos, los personajes y la historia son poco convincentes, y que el tono de la película la convierten en una burla al espectador. Sin embargo, la burla queda de manifiesto desde el principio, si uno sabe distinguir los guiños. Si el antiguo logo de Universal, el gigantesco título de la película, y las ridículas caracterizaciones de los personajes no son suficientes, el espectador debe entender que esta no es una película "seria" de terror, ni tampoco es una parodia, es una mezcla de terror con humor y un toque de absurdo, lo que finalmente deja de manifiesto que simplemente, ¡es Raimi! ¿O qué, algún fanático acérrimo del arácnido se quejó con las constantes bromas en Spider-Man?