Jumper marca el regreso de Hayden Christensen al cine comercial, después de un par de películas dramáticas, de las que destaca Awake. Acompañado por un Jamie Bell más crecidito (solitario y golpeador en lugar de solitario y bailarín como en Billy Elliot), toma el papel de David Rice, un adolescente que de buenas a primeras descubre que tiene el poder de teletransportarse a placer. Una premisa así, tan fantástica, genial, maravillosa, plantea un sinfín de posibilidades para la línea de la historia. Y al final, todo se desarrolla en un viaje - muy chafa - que David le hace a su querida.
Pero bueno, me encuentro ante un excelente ejemplo de los huecos a la hora de hacer una adaptación cinematográfica de una obra literaria. A diferencia de filmes como Harry Potter, y El Señor de los Anillos, ésta película decide omitir pequeños "detalles técnicos" que dejan a la imaginación. Por ejemplo, cuando se teletrnasporta, a veces "rompe" parte del escenario y a veces se desvanece sin problemas. Yo entendí que en los casos donde está tenso, o de plano aplica muchas emociones en el salto, es cuando "rompe". El punto es que Jumper es un claro ejemplo de cuando la novela es reducida y muchos de los detalles de la trama son, por consecuencia, omitidos.
El resultado, es una película que explota el uso de increíbles locaciones, efectos visuales y secuencias de acción. El punto débil, como sucede a menudo, es la historia y el desarrollo de los personajes, cuyas acciones quedan con muy poco sustento. Osease, una película palomera para los fines de semana. Lo que me salta es el ritmo de la narrativa, porque las tres cuartas partes se sintieron como una introducción a David y sus poderes, así como a la organización que lo quiere matar. Si se supone que la aparición de Samuel L. Jackson marca el incio del conflicto, pasa completamente desapercibido.
Hayden regresa con su cara de niño bueno, haciendo un papel aceptable, apegándose a que jamás fué el seductor de la escuela, y que a veces le cuesta trabajo compaginar con las personas.
Samuel, pues bueno, es Samuel con su propia calidad Samuel. No le podemos pedir que sea Mace Windu de nuevo, pero se apega al papel de villano forzado de una buena manera.
Jamie Bell es el más rescatable de todos, pues retrata a un personaje irónico y solitario, que lo ha perdido todo excepto su sentido del humor.
Rachel Bilson es atractiva y hermosa, ya lo saben todos los que quedaron cautivados con The O.C. pero su papel de "pend..." te harta a los cinco minutos. Osea, de repente llega el momento que pregunta "oye David, en que trabajas?" "Oye David, dice no pasar, pero tu si puedes pasar?" "Oye David, dice prohibido el paso, seguro que puedes pasar?" "Oye David, ten cuidado con esos lasers, seguro que puedes pasar?" "Oye David, nos persiguen unos perros, eso es normal?" "Oye David, por qué nos disparan, seguro que no hiciste nada malo?" Oseaaa, babosa piensa!!!! Obvio no esta permitido que David pueda hacer lo que se le de la gana.
Finalmente, la película se salva de un horrible destino presentándose como la primera parte de una trilogía. (Que casualidad), y por eso tiene un fin tan... escueto, por esa razón las muertes quedan de la manera en que queda y se salvan aquellos que se salvan. Película palomera, churro de Hollywood, ¿algo más que agregar?