Propósito

Comentarios, críticas, reseñas, opiniones y datos curiosos sobre las películas, series y caricaturas que de alguna manera me han valido la pena para elogios, burlas, inspiración, berrinches ó admiración.

miércoles, 8 de julio de 2009

Transformers: Revenge of the Fallen

Bah, desde el título se puede notar la ambigüedad de su interpretación. Revenge of the Fallen se refiere tanto a los Decepticons como al propio Fallen, uno de los primeros Prime que se rebeló contra sus hermanos, al querer absorber la energía del Sol para crear Energom, y por lo cual fue castigado y bautizado como "The Fallen".
Bueno, esa es toda la trama rescatable en la secuela del hitazo veraniego "Transformers", película Live Action que se basó en la serie creada a partir de los juguetes de Hasbro, que fueron lanzados en la ya lejana década de los ochenta. A pesar de los números en taquilla, esta primera película no fue del completo agrado de los fans, por lo que Michael Bay, el director que ama los slow motions, las tomas quemadas y los atardeceres, se concentró en dos problemas fundamentales de la primera entrega: el tiempo en pantalla de los Transformers y las batallas entre éstos.
Así que, ni tardo ni perezoso, encargó a los escritores nuevos robots y mejores batallas. Por ello, se decidió quitarles el halo de indestructibilidad del que fueron dotados en la primera parte, y ahora pueden morir con cualquier impacto y golpe hacia sus partes vitales.
Con la incursión de nuevos personajes en ambos bandos, uno espera al menos una introducción decente, en lugar de presentarlos mientras combaten a los Decepticons en un emocionante arranque. Además, presentan con biombos y platillos a Sideswipe, para después desaparecerlo hasta el final de la cinta. Las motitos, cuyos nombres jamás se me pegaron, hacen lo mismo, además de mostrarse bastante débiles en la batalla final.
La historia no es lo mejor que se haya podido hacer, pero teje decentemente las centenas de secuencias de acción que se despliegan continuamente. Eso significa que es mejor sentarse y admirar el gran trabajo en efectos visuales que disfrutar de una historia hueca, con actuaciones entre graciosas y patéticas, y un guión que abusa del absurdo en los personajes, hasta el punto de plasmarlos como parodias de alguna caricatura que aún no se inventa.
Como ejemplos están los Autobots gemelos, Mudflap y... no se cómo se llama el otro, pero no importa, nunca se llaman por sus nombres, pues están demasiado ocupados en insultarse como "niggas". También destaca el mayordomo del Señor Deeds, que ahora trabaja vendiendo carnes en algún establecimiento oriental de un barrio oriental de por ahí (sí mencionan la ciudad, pero realmente no importa, como muchos aspectos de la trama), y que resulta serles útil como único creyente en la teoría de que los Transformers llevan mucho tiempo entre nosotros. De esta manera, los personajes hartantes no dejan de hacer su aparición, con la únca convicción (aparentemente) de hartar al espectador. La primera parte tenía a la rubia esa (que debió quedarse callada) y a ese regordete que sale en todas las malas parodias en lo que mejor sabe hacer: clichés afroamericanos.
Esta secuela es otra que sufre de un ritmo tremendamente acelerado en el aspecto narrativo, al punto que parece ser un mal necesario para hilar todas las secuencias de acción. Vamos, explicaciones sobre el Energom son triviales, y los diálogos sólo aportan el conocimiento necesario.
Steve Jablonsky destaca en la música una vez más, desatando todo el "Bay Style" en las escenas y secuencias de acción, y parecer ser que tanto pegó "What I've Done" en la primera entrega, que ahora Linkin Park no sólo presenta la rola insignia, sino que hasta le echan una manita al score de la película. El efecto, toques roquerones para agudizar el efecto dramático, siempre funciona.

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