Durante la primera mitad de la década, aparecieron varias películas de superhéroes, principalmente de Marvel, a raíz del éxito que tuvo la primera entrega de Spiderman, en 2002. Su secuela, más que esperada, trajo una bonanza a la división de Marvel especializada en la franquicia cinematográfica, y así comenzó un desfile de adaptaciones que poco a poco se fue autoconsumiendo. Hulk, de Ang Lee por ejemplo, no representó un fracaso en taquilla, pero sí supuso una decepción inicial en las adaptaciones. Personalmente, considero esta película un buen intento pre-Dark Knight de hacer una película de cómic más seria y profunda. Lamentablemente, a muchos no les agradó ni el Hulk "de plastilina", ni el nivel de acción, ni las viñetas que partían la pantalla.
A partir de esta película, me parece, las siguientes cintas fueron más... de ficción mediocre. Detesté Daredevil, en primera, porque no termino de creerle a Ben Affleck, y en segunda, porque parece película hecha para promocionar el soundtrack. Su banda sonora incorporó todos los primeros lugares de MTV y los colocó en su disco... vamos, hay música que nada tenía que ver ahí pero a fuerzas la metieron, y se ve tan creíble como yo jugando fútbol. Los 4 Fantásticos le siguió, incorporando muy malos actores, un guión muy pobre que, increíblemente, fue hecho por dos personas... y su secuela... que la superó en mediocridad...
También por ahí desfilaron Elektra, Ghost Rider, y otras que ya no recuerdo...
DC hizo un enorme cambio a favor de una película basada en sus héroes de tinta, entregando su confianza a Christopher Nolan (famoso por Memento, entre otras), para reinventar la saga de Batman, malherida tras la sacrílega Batman & Robin. Nolan presentó una precuela con tintes mucho más realistas, incluyendo un poco de política, otro poco de drama socaial, idealismos e ideologías, conflictos personales, y aún así mantener la trama enfocada en la realización del proceso que sigue Bruce Wayne hasta convertire en Batman. Aplausos...
Y todo lo que logró con Batman, se cayó cuando se estrenó Superman Regresa. Augurada como una obra maestra de Bryan Singer, con increíbles efectos especiales nunca antes vistos, y plagada de detalles -imperceptibles- como millones de "S" en el traje del Hombre de Acero, la película decepcionó a todos los fanáticos que estaban esperando una revindicación del superhéroe tras... Superman 3 y 4.
Spider-Man 2 salvó la situación de Marvel un poco, manteniendo la esencia de la original, y me agradó bastante el feeling de familiaridad que mantuvo, la coherencia y las referencias en cuanto a apego a una misma saga. Vamos, es como ver un capítulo de la serie bastante largo. Se ve una unión y cohesión, como una verdadera secuela debería ser... y salió la tercera entrega, en donde todo simplemente se fue al aver...no. Tenía tantos personajes, villanos y subtramas que contar, que simplemente se vio atiborrada de secuencias que se desviaban de la premisa original (Peter lidiando con su fama, Mary Jane en un bache en su carrera, y a Harry Osborne asumiendo el papel del nuevo Duende Verde). Así, pudimos ver a un forzado Sandman y -más forzado aún- a Venom en contra del arácnido.
Finalmente, llegó Iron Man, que, después de todos estos bodrios, cayó como una lluvia refrescante en la sequía de creatividad. Esta película de Jon Favreau (que anteriormente había deleitado a la audiencia con... Zathura) reconstruyó los estándares de una película de superhéroe de Marvel, y le hizo varios guiños al tinte realista impreso con Batman Inicia.
Luego de su tremendo éxito, la reinvención de Hulk, titulada "El Increíble Hulk", les dio a los fans lo que tanto habían pedido: acción y un Bruce Banner menos "emo". El resultado fue que varios aprecieron la realización de Ang Lee, y muchos más la voltearon a ver con nostalgia, entendiendo por fin lo que el director asiático tenía en mente.
Y para concluir el breve repaso, El Caballero de la Noche estableció un nuevo estándar en cuanto a superhéroes se refiere, ya que nunca antes se había logrado el éxito en taquilla y de audiencia como se logró con la segunda parte de la reinvención del murciélago. Muchos salimos encantados de la función, y esperamos con ansias que los realizadores entiendan que muchas veces el enfoque en lo sustancial es lo que de verdad es apreciado.
Y, parece que ninguno de los realizadores de X-Men Orígenes: Wolverine pareció entender. Esta película es el primer spin off de la saga de X-Men (asunto bastante obvio), que narra la vida de Logan/Jimmy no se qué/Wolverine.
Desde los créditos iniciales se predice que no será una "biografía" del personaje, al presentar casi toda su "juventud" peleando en las distintas guerras en las que Estados Unidos se ha involucrado. Así, se ahorran toooda la explicación para centar la trama en el momento en que recibe su adamantium de parte de William Stryker, en un proyecto del ejército estadounidense llamado "Weapon X". Ahora, no sé que tan fiel sea la historia a la del cómic, y en todo caso, eso sería punto de discusión de otro blog, así que me apegaré a lo que vi a lo largo de la historia: es ridícula.
Podría ahorrarme el resto del post con el adjetivo, resumir que no es recomendable y tan tán, pero la película en sí ha creado una buena cantidad de expectativa, sobre todo en México, por el atraso sufrido en su estreno, derivado de la contingencia sanitaria causada por la epidemia del Virus de lnfluenza Humana, que realmente me veo en la necesidad de explicar y preguntarme ¿qué demonios pasó?
El "cine de cómic", como me gusta llamarlo, estaba ya produciendo cosas buenas, historias interesantes y dramáticas que mantenían una credibilidad, que no se derivaba del apego a la realidad. No, las películas tenían un acabado mucho más humano y sensible que antes, y en esta, una película sobre un mutante que pierde al amor de su vida, todo parece ausente.
Sabretooth. Para empezar, el casting de Liev Schrieber está completamente errado. Vamos, aún tiene cara de no-soy-el-villano-aunque-toda-la-pelicula-así-lo-de-a-entende
r, mas no tiene la malicia necesaria para que su imparable sed de sangre sea creíble. La cara que tiene puede ser de burla y sarcasmo, pero no se le llega a notar la bestialidad de Sabretooth.
Wolverine. Hugh Jackman ya tiene el papel más que aprendido, pero aún así, tal vez por el cambio de director, encontramos a un Logan más gritón y más plano que en las anteriores. La culpa también la tiene el forzado guión, que de alguna manera logra apretar tanto la inexistente relación entre los hermanos, que terminan por imponerla a como de lugar.
El resto de los mutantes... aparecen decenas de miniapariciones, casi cameos, y jamás explican un contexto. Algunas sorpresas son agradables, como la presencia de Patrick Stewart en su rol del Profesor Charles Xavier. Otras, francamente molestas, como la disque incorporación de Cyclops, que termina siendo una aparición de medio minuto en toda la película, y la justificación del por qué no recuerda a Wolverine es simplemente... infantil, posible, pero infantil. Otros, como Zero, Bolt y Emma Frost salen poco, sus poderes se despliegan sin más, e incluso The Blob da mucha más lástima que asombro al verlo.
Lo que me gustó es que los incorporaron en la historia, pero aún así, a muchos como Cíclope y Gambito, los desperdiciaron al darles tan poco tiempo en pantalla, y es que la historia se hubiera visto mucho más completa, irónicamente, de no haberle dedicado tanto tiempo a Wolverine en pantalla.
La trama. Que cosa más forzada, y de nuevo, dos guionistas no dieron el ancho para crear una trama sólida y creíble, remitiendo el producto final a la clasificación de "Churros palomeros", que sólo buscan sacar provecho monetario para la Twentieth Century Fox. Lástima, esta película daba mucho potencial para exprimir un drama de mayor calidad, batallas más completas y complejas,
Finalmente, la acción, después de todo, es una película sobre los X-Men. Bueno, en las entregas anteriores se nos había mostrado una gran dosis de acción usando al máximo los poderes de cada mutante. Esta vez, Gavin Hood pretendió darle la misma presencia, pero le dejó una cierta "esencia" fuera, una dote que las primeras dos entregas sí tenían. Las secuencias de batalla son largas, incluso para los estándares americanos, y las explosiones no dejan de hacerse presentes. Los combates entre Wolverine y Sabretooth se ven bastante bien, y el manejo de los efectos especiales es destacable, aunque no es asombroso.