Propósito

Comentarios, críticas, reseñas, opiniones y datos curiosos sobre las películas, series y caricaturas que de alguna manera me han valido la pena para elogios, burlas, inspiración, berrinches ó admiración.

jueves, 11 de junio de 2009

Star Trek, el reboot impecable


Oh, ayer fue una tarde muy interesante. No sólo vencí uno de mis más grandes paradigmas, sino que me gustó en verdad lo que vi. Me refiero a una de las series que me atormentaban de niño, esas de la barra setentera cuando el cable en Cancún apenas estaba empezando. No recuerdo si todo estaba en Fox o se lo repartían varios canales, pero cada vez que me enfermaba, tenía que chutarme la dichosa barra setentera que incluía "Los Tres Chiflados", "Tierra de Gigantes", "Perdidos en el Espacio", "La Isla de Gilligan", "La Isla de la Fantasía", y, por supuesto, Star Trek. Como siempre he sido más fan de Star Wars y ambas sagas están medio peleadas, y siempre se me hicieron más geeks los que favorecían al Capitán Kirk, nunca me dieron ganas de adentrarme en el concepto.
Sin embargo, y como todo ícono de la cultura pop, algunos elementos, como nombres y frases, irremediablemente se pegan a través de parodias, chistes u homenajes en otras series y caricaturas. Vagamente, recordaba al Capitán Kirk, al señor Spock, el saludo de vulcano, la forma de la famosísima nave Enterprise, y la frase "Beam me up, Scotty".
Por esa razón, ahora que vi que saldría OTRA película más de "Viaje a las Estrellas", pensé que las secuelas jamás se terminarían. Y precisamente debido a eso, recibí con agrado la noticia que anunciaba que ésta sería una precuela que antecediera a toooda la saga, y que el señor creativo que se encontraba detrás de todo era el señor J. J. Abrams, creador de Alias, Lost, y Cloverfield. De Alias no puedo decir mucho, pero Lost y Cloverfield tienen conceptos bastante sólidos, una gigantesca cantidad de fans, y bueno, toda una mitología que supera la historia mostrada en pantalla. De ahí que le diera a Star Trek una oportunidad de sorprenderme.
Y vaya que lo hizo.
Atrás quedó la idea de una serie vieja, aburrida, en donde la cámara no pasaba del puente de mando del Enterprise, con el capitán gritando cosas mientras todos apretaban botones y accionaban palancas. Esto fue un punto y aparte en la serie, respetando (a mi parecer) el concepto, nombres, personajes e historia en general, mientras se le daba un inicio fresco y dinámico, adaptado obviamente, a las generaciones actuales. De esta manera, tooodo se nos presenta como nuevo, hasta la dichosa nave, que hace su primera aparición mientras está siendo construida.
La historia narra los inicios del Capitán Kirk y el Señor Spock, como seres completamente opuestos, cuyos destinos se cruzan dentro de la Star Fleet. La historia presenta su tierna infancia, una adolescencia-juventud, y finalmente, el momento en que ambos se enrolan en la Star Fleet. Los personajes tienen su primer encontronazo cuando Kirk pasa una prueba de simluación diseñada para ser insuperable, haciendo trampa. Ante esto, un Señor Spock interpretado por el villano de Héroes, Silar (Chris Pine mantuve la esperanza de que en algún momento le abriera el cráneo a alguien).
La nueva tripulación del Enterprise
Seguramente a los fans de la serie les divertirán muchos de los guiños y detalles en donde se hace referencia al resto de la saga, como el "chiste" en donde Uhura no dice su nombre, y es que por muchos años se pensó que no tenía, hasta que comenzaron a llamarla Nyota... (risas forzadas). Los simples mortales, en cambio, podrían terminar preguntándose por qué la gente cuchichea...
En fin, J J Abrams agrega su toque tanto en la historia como en la forma, y, con lo fan que seguramente debe ser, este es, además de un reboot, un homenaje a una de las grandes leyendas pop de la ciencia ficción. Personalmente, la recomiendo a todo público, aunque aguas... puede oler demasiado a geek en la sala...

martes, 9 de junio de 2009

Up


Por fin, alguien lo ha logrado. Durante meses he estado buscando una película que tuviera la fuerza para hacerme llorar, para conmoverme hasta que las lágrimas fuesen incontenibles, y no sólo con el acostumbrado nudo en la garganta que pronto se desvanece. Y la he encontrado en la más inusual de las películas de la temporada... Up.
Up, una cinta que guardaba herméticamente una parte sustancial de la trama - como es típico en las películas de Pixar -, presagiando lo que podría haber sido un fracaso: un anciano que un día decide volar en su propia casa, atando globos (sí, globos) a su chimenea para irse de su ciudad con rumbo desconocido. Acostumbrado a este tipo de premisas, a la espera de llevarme una vuelta de tuerca a media historia, fui a verla en 3-D.
El primer aspecto a resaltar es que Up no se engalana en el uso de la dichosa tercera dimensión, al contrario de otras películas (como My Bloody Valentine 3-D), sino que la integra como parte de la experiencia visual, sin que en un momento veas que las cosas vienen hacia ti intencionalmente (como la aguja en la intro de Coraline).

El segundo aspecto que sale a relucir de inmediato es la música. De aquí uno se da cuenta que Michael Giacchino parece ya haberse convertido tanto en el músico de cabecera de Pixar, como en una de las grandes promesas a futuro (un futuro donde John Williams, Ennio Morricone, hasta Harry Gregson-Williams estén muertos), al ser creador de melodías tan espeluznantes y rebosantes de suspenso como Lost, y otras tan hermosas e inspiradoras como Ratatouille, y otras heróicas como Los Increíbles y otras remezcladas como Speed Racer y otras como... bueno creo que me doy a entender. En fin, Giacchino hace que la música salte y salpique todo de color, realzando de manera excepcional el de por sí colorido aspecto visual de la película.
Bueno, por más que me gustaría narrar aunque sea un poco de la película, existe el riesgo de estropear los magníficos cuadros y secuencias que aparecen desde la introducción, así que sólo diré que en los primeros diez minutos pude reír y llorar a placer, literalmente. No se si el hecho de que sea una película animada le esté dando algúne efecto agregado, pero la verdad es que Pixar, en mi opinión, logró resumir toda la ternura que se aventaron en Wall-E, simplemente en la introducción de esta película.
Continuando con la premisa conocida mediante el trailer, Up narra la historia de Carl Fredricksen, un amargado viejito que vive en una casa antigua y tradicional, en un barrio que ya fue consumido por rascacielos y grandes edificios comerciales. Resulta que una compañía, cuyo nombre jamás se conoce, quiere comprar su casa para demolerla, pero Carl se niega rotundamente. Una mañana, observa cómo su buzón es tirado por una revolcadora de cemento, y al instante, un trabajador se apresura a recogerlo, al tiempo que Carl intenta colocarlo de nuevo en su lugar, provocando un forcejeo que, al final, termina en: ¡Sangre! Sí, sangre, Pixar ha mostrado sangre en una película... una señal irrefutable de que las cosas han ido demasiado lejos para Carl. Bueno, al señor lo condenan a un asilo, dándole una noche para prepararse, pero cuando los trabajadores llegan a su casa, Carl los sorprende amarrando una inmensa cantidad de globos a su casa y escapando con todo y su hogar.
Ahora, a nivel narrativo, aquí comienza un pacto entre la historia y el espectador, una especie de contrato por el cual se establece (siempre a nivel subliminal) que el espectador está de acuerdo con la idea de que un hombre pueda tomar muchos globos y hacerlos levita, para evitarse las explicaciones al final. Hago mención de esto último por las quejas (por parte de gringos, mayormente) de que "no es posible que una casa flote", ni que "un viejito la esté jalando" etc.
Y a partir de aquí me gustaría hacer mención que Up es una película que logra equilibrar el entretenimiento para niños y el mensaje serio para los adultos de una manera excepcional. Esto ya es algo tradicional en Pixar, pero con cada película lo van refinando.
Aunque a primera vista no lo parezca, Up tiene muchos símbolos y referencias a la muerte y al duelo sufrido por una persona, y todo aquel que haya dudado al deshacerse de las pertenencias de un ser querido que ha fallecido, entenderá perfectamente la renuencia de Carl a abandonar su casa y sus pertenencias. La misma imagen del pobre anciando con la casa a cuestas - literalmente - es un reflejo de lo pesada que puede ser la carga y el dolor de una persona ante la muerte.
A la mitad de la película, muchas cosas en cuanto a la trama cambian. Se introduce un humor muy blanco y muy inteligente, ya que hacen uso de clichés bien establecidos por íconos norteamericanos como los Looney Tunes o las películas clásicas de Disney, sobre todo a la hora de introducir a la gigantesca manada de perros que provocarán un dolor de cabeza a Carl y a Russell. La carga simbólica, en contraste, toma más peso y conlleva a un hermoso y valiente clímax.
En el aspecto técnico, Up sobresale por las vistosas texturas que maneja en todo momento. Sin en Wall-E los reflejos y los modelos tencológicos fueron el deleite visual, aquí viene siendo el sentimiento "abrazable" que tienen personajes, y la sensación "acogedora" de los escenarios. Tanto la tela del traje de Carl, como los pelos de Dug, como las nubes y las plantas, e incluso los globos, vienen a coronar el excelente trabajo de Pete Docter y Bob Peterson, escritores y directores de este gran logro.

Up, gracias a Pixar, no es una "película para niños" en el sentido estricto de la palabra. Pixar ya sobrepasó eso, está por encima de un simple humor y una historia tierna, y lo demuestra con cada filme que aparece bajo su nombre. Sin duda, Disney hizo una gran inversión al absorber a estos estudios de animación.

miércoles, 3 de junio de 2009

X-Men Orígenes: Wolverine, una retrospectiva a la mediocridad...

Durante la primera mitad de la década, aparecieron varias películas de superhéroes, principalmente de Marvel, a raíz del éxito que tuvo la primera entrega de Spiderman, en 2002. Su secuela, más que esperada, trajo una bonanza a la división de Marvel especializada en la franquicia cinematográfica, y así comenzó un desfile de adaptaciones que poco a poco se fue autoconsumiendo. Hulk, de Ang Lee por ejemplo, no representó un fracaso en taquilla, pero sí supuso una decepción inicial en las adaptaciones. Personalmente, considero esta película un buen intento pre-Dark Knight de hacer una película de cómic más seria y profunda. Lamentablemente, a muchos no les agradó ni el Hulk "de plastilina", ni el nivel de acción, ni las viñetas que partían la pantalla.
A partir de esta película, me parece, las siguientes cintas fueron más... de ficción mediocre. Detesté Daredevil, en primera, porque no termino de creerle a Ben Affleck, y en segunda, porque parece película hecha para promocionar el soundtrack. Su banda sonora incorporó todos los primeros lugares de MTV y los colocó en su disco... vamos, hay música que nada tenía que ver ahí pero a fuerzas la metieron, y se ve tan creíble como yo jugando fútbol. Los 4 Fantásticos le siguió, incorporando muy malos actores, un guión muy pobre que, increíblemente, fue hecho por dos personas... y su secuela... que la superó en mediocridad...
También por ahí desfilaron Elektra, Ghost Rider, y otras que ya no recuerdo...
DC hizo un enorme cambio a favor de una película basada en sus héroes de tinta, entregando su confianza a Christopher Nolan (famoso por Memento, entre otras), para reinventar la saga de Batman, malherida tras la sacrílega Batman & Robin. Nolan presentó una precuela con tintes mucho más realistas, incluyendo un poco de política, otro poco de drama socaial, idealismos e ideologías, conflictos personales, y aún así mantener la trama enfocada en la realización del proceso que sigue Bruce Wayne hasta convertire en Batman. Aplausos...
Y todo lo que logró con Batman, se cayó cuando se estrenó Superman Regresa. Augurada como una obra maestra de Bryan Singer, con increíbles efectos especiales nunca antes vistos, y plagada de detalles -imperceptibles- como millones de "S" en el traje del Hombre de Acero, la película decepcionó a todos los fanáticos que estaban esperando una revindicación del superhéroe tras... Superman 3 y 4.
Spider-Man 2 salvó la situación de Marvel un poco, manteniendo la esencia de la original, y me agradó bastante el feeling de familiaridad que mantuvo, la coherencia y las referencias en cuanto a apego a una misma saga. Vamos, es como ver un capítulo de la serie bastante largo. Se ve una unión y cohesión, como una verdadera secuela debería ser... y salió la tercera entrega, en donde todo simplemente se fue al aver...no. Tenía tantos personajes, villanos y subtramas que contar, que simplemente se vio atiborrada de secuencias que se desviaban de la premisa original (Peter lidiando con su fama, Mary Jane en un bache en su carrera, y a Harry Osborne asumiendo el papel del nuevo Duende Verde). Así, pudimos ver a un forzado Sandman y -más forzado aún- a Venom en contra del arácnido.
Finalmente, llegó Iron Man, que, después de todos estos bodrios, cayó como una lluvia refrescante en la sequía de creatividad. Esta película de Jon Favreau (que anteriormente había deleitado a la audiencia con... Zathura) reconstruyó los estándares de una película de superhéroe de Marvel, y le hizo varios guiños al tinte realista impreso con Batman Inicia.
Luego de su tremendo éxito, la reinvención de Hulk, titulada "El Increíble Hulk", les dio a los fans lo que tanto habían pedido: acción y un Bruce Banner menos "emo". El resultado fue que varios aprecieron la realización de Ang Lee, y muchos más la voltearon a ver con nostalgia, entendiendo por fin lo que el director asiático tenía en mente.
Y para concluir el breve repaso, El Caballero de la Noche estableció un nuevo estándar en cuanto a superhéroes se refiere, ya que nunca antes se había logrado el éxito en taquilla y de audiencia como se logró con la segunda parte de la reinvención del murciélago. Muchos salimos encantados de la función, y esperamos con ansias que los realizadores entiendan que muchas veces el enfoque en lo sustancial es lo que de verdad es apreciado.

Y, parece que ninguno de los realizadores de X-Men Orígenes: Wolverine pareció entender. Esta película es el primer spin off de la saga de X-Men (asunto bastante obvio), que narra la vida de Logan/Jimmy no se qué/Wolverine.Desde los créditos iniciales se predice que no será una "biografía" del personaje, al presentar casi toda su "juventud" peleando en las distintas guerras en las que Estados Unidos se ha involucrado. Así, se ahorran toooda la explicación para centar la trama en el momento en que recibe su adamantium de parte de William Stryker, en un proyecto del ejército estadounidense llamado "Weapon X". Ahora, no sé que tan fiel sea la historia a la del cómic, y en todo caso, eso sería punto de discusión de otro blog, así que me apegaré a lo que vi a lo largo de la historia: es ridícula.
Podría ahorrarme el resto del post con el adjetivo, resumir que no es recomendable y tan tán, pero la película en sí ha creado una buena cantidad de expectativa, sobre todo en México, por el atraso sufrido en su estreno, derivado de la contingencia sanitaria causada por la epidemia del Virus de lnfluenza Humana, que realmente me veo en la necesidad de explicar y preguntarme ¿qué demonios pasó?
El "cine de cómic", como me gusta llamarlo, estaba ya produciendo cosas buenas, historias interesantes y dramáticas que mantenían una credibilidad, que no se derivaba del apego a la realidad. No, las películas tenían un acabado mucho más humano y sensible que antes, y en esta, una película sobre un mutante que pierde al amor de su vida, todo parece ausente.
Sabretooth. Para empezar, el casting de Liev Schrieber está completamente errado. Vamos, aún tiene cara de no-soy-el-villano-aunque-toda-la-pelicula-así-lo-de-a-entender, mas no tiene la malicia necesaria para que su imparable sed de sangre sea creíble. La cara que tiene puede ser de burla y sarcasmo, pero no se le llega a notar la bestialidad de Sabretooth.
Wolverine. Hugh Jackman ya tiene el papel más que aprendido, pero aún así, tal vez por el cambio de director, encontramos a un Logan más gritón y más plano que en las anteriores. La culpa también la tiene el forzado guión, que de alguna manera logra apretar tanto la inexistente relación entre los hermanos, que terminan por imponerla a como de lugar.
El resto de los mutantes... aparecen decenas de miniapariciones, casi cameos, y jamás explican un contexto. Algunas sorpresas son agradables, como la presencia de Patrick Stewart en su rol del Profesor Charles Xavier. Otras, francamente molestas, como la disque incorporación de Cyclops, que termina siendo una aparición de medio minuto en toda la película, y la justificación del por qué no recuerda a Wolverine es simplemente... infantil, posible, pero infantil. Otros, como Zero, Bolt y Emma Frost salen poco, sus poderes se despliegan sin más, e incluso The Blob da mucha más lástima que asombro al verlo.
Lo que me gustó es que los incorporaron en la historia, pero aún así, a muchos como Cíclope y Gambito, los desperdiciaron al darles tan poco tiempo en pantalla, y es que la historia se hubiera visto mucho más completa, irónicamente, de no haberle dedicado tanto tiempo a Wolverine en pantalla.
La trama. Que cosa más forzada, y de nuevo, dos guionistas no dieron el ancho para crear una trama sólida y creíble, remitiendo el producto final a la clasificación de "Churros palomeros", que sólo buscan sacar provecho monetario para la Twentieth Century Fox. Lástima, esta película daba mucho potencial para exprimir un drama de mayor calidad, batallas más completas y complejas,
Finalmente, la acción, después de todo, es una película sobre los X-Men. Bueno, en las entregas anteriores se nos había mostrado una gran dosis de acción usando al máximo los poderes de cada mutante. Esta vez, Gavin Hood pretendió darle la misma presencia, pero le dejó una cierta "esencia" fuera, una dote que las primeras dos entregas sí tenían. Las secuencias de batalla son largas, incluso para los estándares americanos, y las explosiones no dejan de hacerse presentes. Los combates entre Wolverine y Sabretooth se ven bastante bien, y el manejo de los efectos especiales es destacable, aunque no es asombroso.

Sin Nombre


Me tarde un rato en subir esta reseña, habiendo pasado ya unas semanas desde que vi la película. Al respecto de la visita a la sala de cine, quedé agradablemente sorprendido al ver la sala moderadamente concurrida, contrario a lo que había sucedido en ocasiones pasadas, con otras cintas de producción mexicana.
Para dar inicio a la reseña, quiero dar un poco de contexto sobre el director, Cary Fukunaga, porque no estaba familiarizado con el nombre, reconocimiento, nacionalidad ni género del director, y tal vez hasta este momento no haya sonado en los grandes reflectores. Fukunaga es un director (no directora, como "Cary" puede sugerir") nacido en Californa, en los Estados Unidos, que estudió Historia en la Universdidad de California Santa Cruz y L'Institut d'Ètudes Politiques (IEP) de Grenoble (no las conozco). Hace cinco años (2004), escribió y dirigió el cortometraje "Victoria para Chino" un cortometraje que narra la historia de un camión con 80 indocumentados que es abandonado por los polleros que los transportaban, dejándolos a merced del calor y el hacinamiento, lo que desemboca un trágico final. El cortometraje recibió la Mención de Honor del Jurado del Festival de Sundance 2005, aunado a premios en otros festivales.
Con esta previa experiencia sobre el tema de la migración, aborda un tema que ya se ha convertido en un fenómeno socio-cultural a nivel internacional: el mundo de la Mara Salvatrucha, y que pocas veces ha sido premisa en el cine, por lo que puede ser el primer filme que aborda estrictamente este tema.
Sin Nombre presenta el poco abordado tema de la Mara Salvatrucha. Rodrigo de la Peña, el protagonista de Amarte Duele, tiene el papel de "El Sol".


La película recibe el nombre de "Sin Nombre", una extraña metáfora que ejemplifica realmente lo ignorado que puede resultar un individuo que pertenece a estas y otras subculturas, pues siempre se maneja que "un cholo", "un mara", resultó herido o muerto en una trifulca, y el nombre nos puede pasar alrededor de los oídos, sin que jamás llegue a ser procesado por nuestro cerebro.
La historia se centra en Zayra y Casper, cada quien viviendo su vida en distintos países. Casper, un Mara Salvatrucha, trata de balancear su tiempo entre su "familia" y una novia medio fresa que se consiguió. Su historia inicia cuando introduce a un chavito, apodado Smiley, a esta gigantesca pandilla. Después de recibir una paliza durante veinte segundos, es bienvenido a la Mara Salvatrucha. Zayra, por su parte, se reencuentra con su padre para cruzar desde Honduras hasta Estados Unidos, donde esperan reunirse con su familia en Nueva Jersey.
Luego de un trágico evento, Casper toma venganza contra el líder de la Mara, durante el robo a un tren cargado de inmigrantes (donde Zayra es casi violada). Casper asesina al líder, ganándose la gratitud y confianza de la adolescente, pero desencadena una sed de venganza por parte de la Mara, quienes inician una persecución para ejecutarlo por su traición. Consciente de lo que hizo, Casper se queda en el tren con Zayra, uniendo sus destinos mientras tratan de resolver sus vidas.
En el camino, Casper se encontrará con su verdadera persona, auxiliado por la tenacidad de Zayra, obstinada en mantenerse a su lado. Después de todo, le profetizaron que no llegaría a Estados Unidos de la mano de Dios, sino de la garra del diablo.


Sin Nombre resulta una película honesta, que retrata detalles interesantes de la Mara Salvatrucha, resaltando aspectos de su lenguaje, costumbres, gestos y filosofía, al tiempo que aborda el tema de la migración, centrándose en la travesía y los perfiles de los personajes a bordo, y no en el cruce de la frontera México-EU, como usualmente se hace. A pesar de esto, el silencio en la trama tiene un papel destacado, muchos de los personajes no hablan, se mantienen silenciosos y pasivos, muchos avanzan resignados, inciertos sobre lo que el porvenir les dispara.
El resto de la película se desarrolla como road movie, dejándole a cada parada una enseñanza, una oportunidad a los personajes de redescubrirse junto con sus sentimientos.
La fotografía hace un gran trabajo en la escena, contrastando el suspenso y la oscuridad de la trama con los hermosos paisajes de México, al igual que la historia incorpora personajes naturalmente buenos con otros llenos de rencor y una torcida lealtad.
La música también hace su parte, y presenta un soundtrack lleno de ritmos latinos, en parte reggeaetoneros, en parte hip hoperos, y en parte cumbias... tan eclécticos como el lenguaje de las Maras.
En fin, Sin Nombre es una buena opción para disfrutar en estos tiempos de Ángeles y Demonios y X-Men Orígenes: Wolverine, y demuestra que una gran campaña publicitaria no siempre presentará un buen producto. La historia y los personajes son, si no originales, una gran propuesta en el aspecto narrativo, que viene a refrescar el tan gastado tema del pandillerismo y la migración con enfoques particulares, distintos, que se llegan a acoplar perfectamente.