Propósito

Comentarios, críticas, reseñas, opiniones y datos curiosos sobre las películas, series y caricaturas que de alguna manera me han valido la pena para elogios, burlas, inspiración, berrinches ó admiración.

sábado, 29 de octubre de 2011

Contagio

Hace ya muchos años, una película logró provocar un miedo casi paranóico a los monos y a los lugares abiertos. Cada vez que alguien tosía yo me alejaba y temblaba. La película: Epidemia. 
En este 2011, llega una entrega similar a una década marcada por una serie de incidentes biológicos que no se gestaron en los noventa. Primero, los ataques con ántrax a distintas dependencias gubernamentales en Estados Unidos. Luego, la epidemia de influenza humana A-H1N1, que, para muchos, fue un estupendo montaje terrorista y para otros, una enfermedad real. El debate sobre si fue realidad o ficción no corresponde a este blog, pero lo que sí nos queda claro, es que ya sabemos como el mundo reacciona ante un desastre biológico de esta naturaleza. 
Contagio, de Steven Soderbergh, es una película minimalista que narra el esparcimiento de una nueva enfermedad a través del contacto entre superficies. Con un reparto de renombradas estrellas de Hollywood (en donde casi podemos ver a Clooney, Pitt, Jolie y otras estrellas en cameos como cadáveres), se cuida de centrar al público en una situación real, cruda y en "tiempo real". Es decir, centra la búsqueda del origen y la cura para evitar una epidemia de proporciones apocalípticas en personas que no son ni perfectas ni genios ni inmunes.
Los personajes de Contagio lloran, se infectan, se equivocan, y esos pequeños errores son los que le agregan mucha credibilidad a la trama. Hay quienes dejan de aparecer un setenta por ciento del tiempo en pantalla, otros que mueren antes de la mitad de la historia y unos más que pierden credibilidad y reputación, y ver tantos defectos, errores e impotencia en una crisis sanitaria es recordar, al menos en México, lo que se vivió en 2009.
Si bien hay defectos a nivel argumental y técnico, Soderbergh sabe cuidar el producto final. Refería en un principio que es una cinta "minimalista" y con ese adjetivo me refería a la sensación de sobriedad plasmado desde el principio hasta los créditos, y es un aspecto que me gustó bastante. 
Primera, no hay créditos iniciales. La historia te avienta directamente al día dos, día en que se llevan a cabo los primeros contagios. Desde este momento, con una delicada música electrónica, sintetizada, que sabe evocar desesperación con mínimos sonidos, la trama nos avienta de una línea argumental a otra. Desde un Matt Damon que parece padecer de sus facultades mentales, pasando por una Kate Winslet deseosa de hacer bien su trabajo, hasta un Lawrence Fishburne que pierde el control de la situación, cada trama aporta un punto de vista distinto en esta nueva epidemia global: el político, social, económico, médico y uno muy curioso que casi no se maneja en esa dirección en una cinta: el de los medios de comunicación.
Los diálogos abundan, la acción es mínima y la dosis de drama, bastante alta. Además, los mexicanos seguramente notarán algunas similitudes entre algunas escenas con el episodio de 2009, cuando el A-H1N1 vino a recordarnos lo frágil de la vida y el tejido social.


 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Super 8

Este blog no ha muerto.
Al menos no todavía. 

Me he mantenido al borde de la supervivencia creativa en otras áreas, pero la escritura se ha visto descuidada ya por enésima vez en esta década... sí, esta década que lleva un año de existir. Por ello, trato de redimirme en esta entrada, que tiene matices encontrados.
Super 8 reúne por vez primera al director J.J. Abrams con el productor Steven Spielberg, en una producción que funge como homenaje a la trayectoria fílmica de éste último, sólo que con elementos más esxcondidos y enredados, al estilo Lost.
La premisa es simple, un grupo de amigos que filma un cortometraje en una estación de trenes abandonada atestigua el descarrilamiento de un tren militar, del que escapa una criatura no identificada. De inmediato, los chavitos se ven inmersos en una situación más compleja, de la que inmediatamente buscan escapar sin pedir explicaciones. Sin embargo, el misterio va envolviendo al pueblo inherentemente, hasta que son confrontados con la decisión entre huir o buscar la verdad más escalofriante que hubieran podido imaginar. 

¿Cloverfeld, el comienzo?

En la tradición de Cloverfield y Lost, las campañas virales para esta cinta aparecieron hace poco más de un año, apenas anunciando el título y la mancuerna Abrams-Spielberg para especular. El sitio oficial presentaba la lente de una cámara Super 8 que mostraba diversos fotogramas, en uno de ellos, lo que parecía ser un monstruo. De inmediato, fans y especuladores relacionaron este nuevo proyecto con Cloverfield, una entrega de la que se pedía a gritos una secuela y que finalmente fue rechazada fehacientemente por Abrams.
Las dudas generadas por la campaña viral se disiparon con la llegada del primer trailer oficial, hermoso por cierto, que transmitía un dejo de nostalgia por los clásicos de Spielberg. Fue en esos tiempos en los que se anunció que vendría siendo un tributo a su trabajo.

El homenaje... ¿funciona?

Sin contar la historia más de lo que ya está contada a nivel mundial, me pregunto, ¿el homenaje cumplió con su prometido? Sí y no, me respondo, como Gollum. Sí porque viene a ser una película entretenida y divertida, de gran deleite visual, que conjunta problemas emocionales humanos con una trama de ciencia ficción, y logra encontrar los cabos adecuados para tejerla en un argumento sólido. No funciona porque este tejido se desgarra al final, con un final que no logra conencer a la mayoría de los espectadores. Como en Cloverfield.
Además, la trama toma tantos elementos prestados de otras cintas, que uno cree que está viendo un licuado cinematográfico de:

1. E.T.
2. Encuentros Cercanos del Tercer Tipo.
3. Los Goonies. 
4. Guerra de los Mundos.
5. Tiburón. 
6. Cloverfield.
7. Cuenta Conmigo.

Pero es un tributo que no llega a encontrar su propio centro, una voz original. Se pierde entre el estilo visual y narrativo de Abrams: excesos de Lens Flare a lo largo de la cinta y una presentación compleja del problema para finalmente darle una sencilla solución: E.T. vuelve a casa. 
Y tengo que confesar que me duele decir esto porque en verdad quería que Super 8 fuera esa sorpresa veraniega que no llega cada año, un diamante pulido y fresco que viniera a sentar un buen precedente en cuanto a fondo y forma. Quería evocar una década que no viví, que el pueblo fuera entrañable, que hubiera escenas tan ricas que dieran ganas de recrear. Quería ver niños caminando sobre vías del tren, un extraterrestre entrañable, amistades inquebrantables, música inspiradora, y todo eso en cierta parte cumplió, pero se quedó a medias. 
No puedo decir que es un bodrio porque la película logra atrapar al espectador, mantenerlo interesado, al menos por el morbo de ver al monstruo, y se sostiene como una historia de época, situada en una década donde había más inocencia, ingenuidad y honestidad. Se conjunta lo mejor de ambos cineastas, cada uno en su papel, pero esa misma cohesión le resta la pizca de originalidad al final. No vemos una vuelta de tuerca, sino aprendemos una lección cuyo dilema se maneja a lo largo de toda la trama.

Entonces, ¿si o no?

Super 8 es una película que todo fan de Spielberg está obligado a ver. Ya sea por mera nostalgia o porque no ha sacado nada desde... desde... Indiana Jones creo, la cinta presenta sus elementos clave de manera especial retórica, estética. Hay demasiados homenajes para poder plasmarlos todos, pero definitivamente el toque spielberguesco está latente.
POR OTRO LADO... las manías de Abrams también están presentes:
- Lens flares que ni al caso.
- El monstruo no se aprecia por completo, ni en las escenas donde el director ya te permite apreciarlo.
- La música jamás se superpone a lo que se ve en pantalla. Está relegada a una función generadora de suspenso. Punto. Salvo las notas del inicio, cuando apenas aparecen los créditos de las compañías.
- Cámara en mano durante las escenas de acción, acompañada de miles de luces brillantes por doquier (aparte de los lens flares).
Estos elementos me hacen considerar a Super 8 un híbrido malogrado sin una definición real. En partes es thriller, en otras es un filme "coming of age", luego hay drama familiar, y finalmente se decora todo con ciencia ficción. No es que todos estos temas no puedan mezclarse, pero en esta ocasión no engranan para generar una cinta completa, redonda.

miércoles, 1 de junio de 2011

Las secuelas innecesarias de 2011

A sabiendas de que llevo muchas películas (me gusta medir el tiempo en películas, más que en kilos) que no escribo en este espacio, trataré de compensarlo un poco con esta entrada. Fiel a los cambios en el estilo narrativo, decidí refrescarme un poco y dejar el choro para otro momento. Espero lograrlo.

1. Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misterioras


Nada de misterioso en las nuevas aguas exploradas por el ya célebre Jack Sparrow (así es, el "capitán" se perdió junto con el Perla Negra). Ahora, no se que tán innecesaria resultó, puesto que la franquicia necesitaba reivindicarse un poco tras el monstruo de diez tentáculos y subtramas que significó "En el Fin del Mundo".
En esta nueva entrega "rebootesca", las alianzas y traiciones bajan dos rayitas y nos encontramos con una Penélope Cruz como "Ángelica" la hija del famoso pirata Barbanegra (Ian McShane), que después resulta no ser la hija, para inmediatamente después revelar que en efecto, sí es la hija... bueno, ¡eso!
También retorna Barbossa (Geoffrey Rush) ahora bajo las órdenes de la corona inglesa, en una carrera contra los españoles por llegar a la Fuente de la Juventud.
Lo curioso de la historia es que nadie se molesta en explicar nada, y sí, mientras hay cosas que no requieren de tanta explicación, otras son un tanto indispensables para la trama. Por ejemplo:
- ¿De donde sacó Barbanegra su espada mágica y donde puedo conseguir una?
- ¿La magia de Barbanegra emanaba de la espada únicamente o también de su vudú? ¿Si fue el vudú, como encogió a los barcos?
- ¿Por qué Jack abandona a Angelica al final?
- ¿Cómo supo Jack el ritual para devolver a las naves a su tamaño natural?
- ¿Veremos en la quinta entrega lo que ya preparó el final de la cuarta?
Es decir, ¿habrá alguna vez una épica pelea entre el súper barco mágico de Barbossa, contra el ejército de Jack Sparrow, a la que posiblemente se una Will con su Holandés Errante y Calipso en forma de otro remolino?.. sólo el tiempo lo dirá.
De lo rescatable, un retorno a la aventura y a la comedia simple. Buena aportación de Rodrigo y Gabriela al soundtrack, pese a que sólo se dejan escuchar por un minuto en la cinta, el resto, en el soundtrack.

2. ¿Qué Pasó Ayer? Parte II

Las referencias a las entregas anteriores, cuando son bien colocadas, pueden ser hilarantes y hasta nostálgicas. En esta cinta, son predecibles y hartantes. Como es una secuela, las cosas no pueden ser tan iguales que en la primera parte, por ello, el grupo de guionistas decidió no romperse la cabeza, así que esto es lo que imagino que hicieron:
1. Abrieron el archivo de Word de "¿Que Pasó Ayer?".
2. Lo guardaron como "¿Qué Pasó Ayer? Parte II".
3. Abrieron la opción de Buscar y reemplazar y eligierion los siguientes cambios:
   a) BEBÉ por MONO.
   b) DOUG por CHICO ASIATICO DE 16 AÑOS.
   c) LAS VEGAS por BANGKOK.
   d) HEATHER GRAHAM por PROSTITUTA SEMITRANSEXUAL ASIATICA.
   e) TECHO DEL HOTEL por ELEVADOR DEL HOTEL.
4. Para no verse tan flojos en la escritura, algunas situaciones cambiaron, pero en realidad el contexto es el mismo. Vamos, hasta Mike Tyson repitió su cameo, y ¡cantando!
De verdad que no se esforzaron en nada por crear nuevos misterios o enredos, solo duplicaron todo como si fueran capas en Photoshop, para maquillar una ambición por récords en taquilla con una patética excusa de una buena y atrevida comedia que nunca tuvo ni un ápice para gestar una continuación.

3. Scream 4

Ah, yo me decía fan de las primeras dos cintas. Me gustaba que fueran parodias de esas ridículas películas en donde todos le gritábamos a la víctima que volteara, o corriera, o no entrara a la tenebrosa casa en tinieblas y nunca nos escuchaban. Me gustaba que fueran siempre dos asesinos, eso no te lo esperabas.
Y me gustaba... bueno creo que ya. El caso es que resucitar una franquicia que perdió mucho de su atractivo en la tercera parte, no venía mucho al caso, pero vamos, Wes Craven tiene mucho dinero y estaba aburrido.
Mientras que la premisa es buena, la segunda mitad de la trama es como un tren cayendo al precipicio.
Y me hubiera gustado ver eso literal, que en la persecución final Sidney y Ghostface se subieran a un tren y ambos cayeran al vacío...
Las burlas vuelven, pero en esta ocasión la película se queda por debajo de las películas de las que se burla. Me gusta la premisa de que hoy en día todo es un reboot de algo más, (y esto se intersecta mucho con la motivación del asesino), y que la misma cinta se burle de sí misma. Pero las muertes se quedan cortas, y el horror ya no pega. No se si vivir en la época post-Saw/Hostal/El Aro haya cambiado las expectativas de las personas, pero Scream solo provocó miedo cuando anunciaron que posiblemente haya una quinta parte...
De nuevo, lo mejor de la cinta se encuentra en el inicio, muy cómico pese a ser una película de terror. Asimismo, The Sounds cantando "Something Good to Die for" es una adición muy irónica a la cinta.

Tron: El Legado

Pendiente. Pero me han llegado rumores de que no es tan buena. Espero verla este fin y poder comentar bien.



lunes, 28 de febrero de 2011

Presunto Culpable

Pocas veces sugiero llevar papel y tinta al cine. Esta es una de esas ocasiones. Presunto Culpable llega como un fiel testimonio de la realidad en el país, en cuanto a procuración de justicia se refiere. Y el rezago es impresionante. Sólo basta mirar los procedimientos:

1. Sucede un crimen.
2. Llega la policía a investigar.
3. Interrogan a un testigo.
4. Detienen al primero que se les ponga enfrente.
5. Lo culpan de ese y otros delitos, pa' que no se vaya a salir rapidito del bote.
6. Se haga lo que se haga, el cabroncito se queda en la cárcel.


Y con procesos de ese calibre, uno no puede hacer menos que defenderse de la propia ley. Antonio Zúñiga vivió este conjunto de incoherencias en carne propia. Acusado de haber asesinado a una persona que no conoce, por un testigo que jamás había visto en su vida, fue encontrado culpable de la manera más arbitraria y arrogante posible. Una cinta que indigna y da pena ajena por el pésimo actuar de nuestras fuerzas de justicia. Desde un juez arrogante, hasta unos policías seguros de salirse con la suya, pedantes y cobardes, el caso - verídico de cabo a rabo - exhibe estereotipos mexicanos a más no poder. Y lo peor y más paetético del asunto, es que son estereotipos de carne y hueso, con nombre y apellido. 
Presunto Culpable es una cinta que debe verse con estómago vacío, por eso de los corajes que uno hace. Pero al cien por ciento recomendable.

martes, 22 de febrero de 2011

Cisne Negro

Ya muchas flores tiene esta película como para convertir esta entrada en una laguna de odas y aplausos. Es cierto, Aronofsky lo ha hecho de nuevo. Sorprendió a diestra y siniestra con su oscura interpretación de la historia de "El Lago de los Cisnes", situada en el contexto tras bambalinas, presentando el mundo de las bailarinas y los conflictos que surgen de la rivalidad, el anhelo y la presión.
El Cisne Negro es un trip total. Uno que el director pretendió elaborar como una secuela indirecta a su entrega anterior, "El Luchador" (que a la vez significó la reivindicación de Mickey Rourke). Uno que evoca más a un Réquiem por un Sueño que a una cinta sobre ballet. Un descenso a la locura en espiral. Con plumas negras, cuellos alargados, y rodillas de aves.
Burlas, fantasías, pesadillas, alucinaciones, obsesiones, frustraciones, y otros ingredientes más cocinan esta receta de locura perfecta en un marco que cobra vida gracias a una oscilante banda sonora que evoca el soundtrack de la fuente de inspiración.
Natalie Portman, completamente ajena a la otrora personificación de Padme Amidala, o de la loquita chavita que se enamora de Zach Braff en Tiempo de Volver (Garden State), ejecuta a la perfección a una muñeca de porcelana rota por dentro, una mariposa psicópata en las últimas etapas de la crisálida, a punto de  despertar convertida en una mariposa darketa sin amor ni compasión.

Metáforas no tan metafóricas

Algo en detrimento de la cinta son los obvios simbolismos que pretende manejar. Aparte del marcado cambio que paulatinamente muestra el personaje de Nina durante el transcurso de la cinta, Arronofsky planta numerosos recursos visuales que dan a entender la metamorfosis de una manera más, ehm, directa.
Esto, a pesar de resultar fascinante en cuanto a detalle, termina por disminuir el trabajo de análisis del espectador. Finalmente, primero vemos a una Nina buena en traje blanco, luego a una Nina en problemas en un leotardo bicolor, y finalmente enfundada ya en su oscuridad, practicando completamente de negro. Es como si Darren quisiera complementar (tal vez por miedo a las capacidades histriónicas de la actriz) con todos los recursos posibles, el complicado proceso por el cual atraviesa el personaje trágico.

De una paranoia muy real

Lo que hay que destacarle al guión, es la cantidad de conflictos que maneja al mismo tiempo, sin que éstos se superpongan o lleguen a forzarse en algún momento. Veámoslo de la siguiente manera:

1. Nina vs. la madre.
2. Nina vs. la rival.
3. Nina vs. el director de la compañía de ballet.
4. Nina vs. la sombra de Winona Ryder (su personaje, vamos).
5. Nina vs. la complejidad del personaje a interpretar, y bailar.
6. Nina vs. ella misma (sus miedos, su confianza).

Todos estos choques la dejan en un constante estado de persecución, de miedo irracional que inexorablemente quiebran su ya maltrecha racionalidad y la terminan convirtiendo en un verdadero Cisne Negro.

Momento a destacar.

Sin duda, hay dos.
1. La catarsis que culmina con la escena lésbica en su cuarto, por las múltiples lecturas que se le pueden dar. Incluso hay quien asegura, a partir de esta escena, que Nina era abusada sexualmente por su madre.
2. El final. Sin duda, al completarse la metamorfosis, al desprenderse de sí misma y envolverse en la visceralidad necesaria para poder cumplir a cabalidad con el doble papel encomendado, Nina termina por darse el mismo final que el de la Reina Cisne, pero, para su ya quebrada mente, el final no podía ser de otra manera.

sábado, 5 de febrero de 2011

El Turista

Hace unos días fui a ver El Turista, la segunda película en forma del año. La primera, Más Allá de la Vida, me pareció una lógica sequencia de redención que un viejo Eastwood presenta como antesala de su inminente destino... quizás se obsesione más con estos temas ahora que se percata que ha llegado al nuevo siglo convertido en una leyenda de Hollywood. Pero bueno, en un momento en que me he vuelto muy sensible ante ciertos temas manejados en la pantalla (la existencia de la vida más allá de la muerte es uno), llegué a sentarme para ver, no con muy buena disposición he de confesar, El Turista.
Con un poster genérico que intenta vender en primera instancia con los apellidos "Jolie" y "Depp", la cinta no me era muy antojable, sobretodo con un título que asemeja a un juego de mesa, escrito con la tipografía de "Inception" en un brillante rojo navideño.
Y sí, de la misma manera en la que entré también salí, indiferente, pero con mi humor un poco más elevado.

¿Y qué es El Turista?

Creo que un vil intento frustrado por llevar un nuevo Sr. y Sra. Smith con una combinación más rentable: qué mejor que Salt y Sparrow para que se enamoren y vivan peligros en hermosos escenarios ¿no? Pues creo que la actriz pensó algo similiar, ya que el sitio IMDb citó que su razón para actuar en la cinta era porque iba a ser "un rápido viaje por Venecia". Osea... la señora quería unas cuasivacaciones pagadas y eso es lo que tuvo. 
Lo anterior se ve plasmado en la película en todo momento. Jolie no deja de sobreactuar y lucir los despampanantes clichés que plagaron otros de los churros que la han catapultado a ser la heroína de acción de las masas que es ahora (Tomb Raider, 60 Segundos, Wanted), para que el papel luciera menos acartonado de lo que fue escrito.
Depp hace prácticamente lo mismo. Sostengo que con este cuate, al menos en las cintas comerciales, todos sus papeles han sido matizados con algo del famoso capitán caribeño, pero afortunadamente, en El Turista logra alejarse un poco del ya cliché medio borracho, y proviste a su personaje de un carisma que irradia de la torpeza, la nobleza y la ingenuidad. Johnny logra crear un prototipo con el que los hombres promedio pueden identificarse de inmediato.

¿Y la trama?

Muy simplona, demasiado diría yo. Es una mala revolcada del Sr. y Sra. Smith en un contexto europeo, pero lleno de clichés americanos. Y el final, para muchos resulta decepcionante. No por la mala calidad, sino porque las esperanzas del espectador se ven traicionadas y rotas en su cara.

La Musa al final

Un realce al final, en mi opinión, resulta ser la inclusion de la canción Starlight, de Muse en los créditos finales. Aunque no tiene nada que ver con el tono de la cinta, resulta agradable ver un final feliz acompañado de una letra tan melosa como la trama.

Guilty Pleasure
*Spoilers*

Con todo, me agradó la cinta en mi sentido más palomero. Tanto Depp como Jolie extienden los atributos histriónicos que más han logrado capturar la atención de las masas. La música amarra la atención del espectador y la nobleza en la historia resulta muy cautivadora.
La interpretación de Depp casi obliga a la audiencia a echarle porras para conquistar a la esquiva Elise, un personaje que jura que ama a otro, pero que no deja de sentirse atraída por el torpe pero sincero profesor de matemáticas. En la pantalla se ve un claro y tierno montaje de un protagonista "bueno" entrando a un mundo más viciado, enredándose con un complejo personaje que de igual manera está inmiscuido en temas turbios y, con todo en contra, se lanza estoico, provisto de su coraza de nobleza, en busca del amor. Y cuando finalmente parece que el "good guy" termina bien, la trama da un giro completo y resulta que él es el "otro" amor de Jolie.
Esto crea una decepción porque la personalidad tan carismática de Johnnie se desintegra en el aire, y aunque el simbolismo de "el amor es ciego" (y con esto se da a entender que el amor de Jolie por el ladrón es tan grande que lo hubiera encontrado de nuevo aunque fuese "otra persona"), el espectador no deja de fruncir el ceño al ver que "el profesor" no se queda con la chava, porque nunca existíó.