Propósito

Comentarios, críticas, reseñas, opiniones y datos curiosos sobre las películas, series y caricaturas que de alguna manera me han valido la pena para elogios, burlas, inspiración, berrinches ó admiración.

viernes, 30 de abril de 2010

Furia de Titanes

Gracias al comentario de Irving, es que decido adelantar esta reseña, digo, además de que coincide con el tiempo de euforia por el reciente estreno de la película. Furia de Titanes es para mí, más que una simple película ochentera. Representa parte de mi infancia, está guardada en mi corazón, compartiendo espacio con las Tortugas Ninja y los Halcones Galácticos. Esta película no es algo que se quede dentro de los 118 minutos de duración; es y representa mucho más: sábados por la tarde en casa de mis primos, donde la poníamos y la poníamos hasta el hartazgo; recuerdos del pez piedra de mi abuelo, que se parecía al Kraken; la espada de plástico comprada en el tianguis de la Cibeles porque se parecía a la de Perseo... en fin, cosas intangibles que se han quedado conmigo, escenas que dejaron su huella en mi bagaje imaginario, sensaciones de nostalgia profunda, de añoranza de lo mágico e inocente. Por esto y más, se me cayó la mandíbula cuando me enteré del remake.
Previendo todo para no hacerme ilusiones, sabiendo de antemano que era una vil porquería hecha para ganar dinero a expensas de una idea cimentada en la cultura pop de las masas, y casi negándome a la remota posibilidad de que me gustara, decidí ir a la primera función del día del estreno a verla, en compañía de otros fans de la cinta. Después de 106 minutos, no salí haciendo rabietas.
Furia de Titanes versión 2010 tiene todo para cumplir su función: buenas escenas de acción, criaturas bestiales, buenos efectos especiales, trama sencilla, hermosa mujer heroína, y frases trilladas. Y digo su función, porque realmente no creo que haya sido concebida ni como un homenaje a la original, ni como algo que podría aportar elementos nuevos a la historia, ni como reboot, secuela, o spin-off de la original. No, el propósito fue, es y será el de ganar dinero. Lo que se logre fuera de ello ya es ganancia.

++ El Avatar mitológico ++

Sam Worthington, quien saltó a la fama con Terminator: La Salvación y se consolidó en Avatar como el nuevo "mindless hero" del momento, regresa a la pantalla en el papel de Perseo, el semidios hijo de Zeus, para librar al mundo de la ira de los dioses. En esta cinta se comprueba sólo una cosa: el chavo no sabe actuar.
 Perseo 2010 (Sam Worthington)
 Perseo 1981 (Harry Hamlin)

La hace excelente interpretando a una fusión hombre/máquina, incluso a un recio soldado que termina viviendo en el cuerpo de un alien, pero cuando se trata de personificar a un héroe con sustancia, mejor que pase la estafeta. Es decir, el papel le quedó muy, pero muy grande a este joven dedicado, además del terrible guión que lo colocaba como el gran orgulloso que reniega de los dioses a pesar de saberse dependiente de su fuerza y ayuda.

++ Guión a la nueva escuela ++

Lo que de verdad no entiendo es la debilidad del guión, no solo en esta cinta, sino en la gran mayoría de las cintas mainstream de los últimos tiempos. Es decir, las excpeciones a esta mala tradición confirma que las audiencias - aún las perezosas y entumidas de la mente - están volviendo a demandar cierta complejidad en las tramas que, lejos de ser simples, ya rayan en la idiotez. Si bien Iron Man dosificó la cantidad de "inteligencia", El Caballero de la Noche (estrenada meses después), vino a establecer que las personas pueden abrazar una película con un intrincado guión y profundidad en personajes bien delineados.
Ahora, lo que no entiendo es por qué carajos no siguen ese ejemplo y se van con la gastada fórmula del "Héroe de las mil caras" de Joseph Campbell (héroe recibe llamado-encuentra a maestro-aprende técnicas-descubre su destino-le ponen pruebas-cumple su destino-regresa como heroe consolidado), que ahora, para acabarla de amolar, hasta tienen que recortar para no "hacerla muy larga".
En esta cinta, por ejemplo, el denso conflicto entre dioses y humanos pudo haber sido explotado con mucha mas fuerza y profundidad, pero finalmente se mantuvo en una estática polaridad: por un lado los humanos en la de "malditos dioses", y por otro lado los dioses en la de "estúpidos humanos, pero cuanto los quiero". En fin, esto llega a ridículos niveles cuando Zeus, aun viendo el constante reniegue de su hijo Perseo, continúa ayúdele y ayúdele hasta el final.
Y bueno, el insufrible Perseo quéjese y quéjese de su pobre y miserable vida como semidios, y aunque su destino es hacer uso de sus habilidades, él se mantiene en la terca posición de que es un simple ser humano con tres padres, uno de ellos, Zeus. Por favor, además es una posición tan tonta que ni resulta creíble. Lo peor de todo es que ese es el conflicto central del protagonista, por lo que no desaparece en ningún momento del tedioso guión.

++ Efectos para rescatar la cinta ++

Dejando a un lado el abrumado libreto, Furia de Titanes luce unos efectos por encima de la media. Resultan impactantes las secuencias entre Pegaso y el Kraken, así como las batallas con los escorpiones gigantes y las arpías, que en la original realmente eran logradas por trucos de cámara y ángulo.
La Medusa usada en esta ocasión sí se ve muy plástica y forzada, con detalles especialmente mediocres en el modelado y animación del rostro. Por demás, podría decirse que los efectos cumplen con su función y un poco más, parafraseando el blog del Irving.

++ el 3D fallido ++

Lo que, según muchos comentarios, sí ha sido la decepción de la película, fue su transición al 3D. No la vi en este formato, así que no puedo opinar pero el hecho de que no la hayan filmado en ese formato desde el principio no es pretexto para que el efecto se haya visto chafa. Es decir, hay otras películas que tampoco fueron filmadas tomando en cuenta el aspecto de la profundidad como El Extraño Mundo de Jack, Toy Story y Toy Story 2, pero que aprovecharon el boom por este estilo para relanzarse con un renovado esplenador, y que no sufieron críticas por ello. Ahora que si hablamos de que vivimos en la era Post-Avatar, seguramente el público se ha vuelto exigente en cuanto al "nuevo" formato.

 

martes, 20 de abril de 2010

Boogie el Aceitoso

El nombre de esta película es de esos que a leguas se nota que no es un producto original de la compañía responsable de su realización. El sentimiento es extraño, pero aún para muchos que no conocen el material de origen, llegan a hacer esta distinción, en ocasiones incluso, sólo con ver el título de la cinta. Y es que, con la falta de originalidad en los nuevos títulos, no sorprende que películas como: Corazón de Tinta, Donde Viven los Monstruos, Desde mi Cielo, etc. sobresalgan de otras como: Una Noche Fuera de Serie, El Cazarrecompensas, y Sex and the City 2, como películas con un cierto trasfondo que no se dilucida a cabalidad hasta que la leyenda: "basada en el libro/obra/novela/novela gráfica/juego de video/cuento corto/obra de teatro/etc." aparece en la pantalla.
Es ahí cuando, al menos yo, desinflo mis esperanzas de haber encontrado un guión lo suficientemente concreto como para mostrar que hay un fondo bien justificado para contar la historia.
Boogie el Aceitoso viene a ser parte de esa serie de eventos que me han sucedido últimamente. Hasta el momento de sentarme en la butaca a ver como los créditos inciales pasan en divertidas secuencias, no me había percatado de que Boogie tenía una importancia preponderante en la historia del caricaturismo en Argentina, y que Fontanarrosa (el autor) era tan aclamado como lo es. Tampoco me había percatado que Boogie era publicado en México dentro del semanario Proceso desde hacía años. Pero se notaba a leguas.

++ Desgraciado ++

Boogie el Aceitoso resulta algo más que una película de animación clasificación "C". Resulta ser la película más divertida que he visto desde Zombieland.Boogie el Acetitoso, lejos de ser un antihéroe al estilo Spawn, se va mucho más allá. Es mas, este personaje bien podría ser catalogado como un villano. Para aclarar un poco, Boogie es un ex-militar, un mercenario que hace casi cualquier cosa por dinero. En sus palabras, "todo lo humano me es ajeno", describe a un ser carente de amor o compasión, que no duda en acabar con todo aquel que se le cruce en el camino para lograr su objetivo, sea hombre, mujer, quimera, etc. Boogie está a la orden de la muerte y de los tipos con dinero.
La trama de la película es bastante simple, y parte de su brillantez radica en esa misma cuestión. Resulta que a Boogie le extienden una misión para matar a un testigo que rendiría su testimonio el lunes en un juicio para encarcelar al mafioso Sonny Calabria. Lo que desconoce, es que este testigo es la ex-mujer de Calabria, Marcia, con quien tiene un encuentro bastante cómico al principio de la cinta. El asunto se complica cuando, tras enojarse por el precio que pone Boogie a la misión, el subordinado que contrató sus servicios acude a otro sicario, esperando quedarse con la diferencia para sí mismo.
De esta manera, inician las rivalidades entre los dos sicarios, y aunque Boogie logra rescatar a Marcia antes de que el otro sicario la mate, el problema se dará cuando Boogie pida mas dinero por entregar a la mujer, mientras poco a poco sus sentimientos hacia ella se ablandan, aunque sea un poquito.

++ Guión y animación, en mancuerna perfecta ++

Aún cuando la cinta es de animación, el director Gustavo Cora hizo un excelente trabajo al preservar el estilo del cómic intacto en su traslado a la pantalla grande. Contando con el trabajo de Full Dimentional Entertainment para su realización, el estilo plano de cómic adquiere una tridimensionalidad bastante plausible. Es decir, se incorporan los mejores elementos de la tercera dimensión sin sacrificar el look de papel.
Además, como dije anteriormente, el gran acierto de la película es contar una historia sencilla, otorgando más campo para el desarrollo de los personajes. Al fin y al cabo, la propia narración del sicario al estilo film noire a lo largo de la cinta le da un gran feeling de personalidad. Sus chistes machistas, comentarios racistas, y actitud de discriminación hacia todo lo que puede ser discriminado no es menos que genial.
Además, la violencia impresa en cada escena, además de abrumadora, cuenta con su chispa propia. Literalmente no hay nada que quede vivo después de haberse puesto frente a Boogie. Disfruté en especial del encuentro con una anciana del Comité de un Mundo Libre de Tabaco, o algo por el estilo, que le quita el cigarro que esta prendiendo, y al ver que Boogie se lleva otro a la boca, se lo vuelve a quitar con un molesto "disculpe". La secuencia se repite hasta que el sicario le mete el cañón de su pistola en la boca, y aún así la anciana se atreve a quitarle otro cigarro con su "disculpe".

++ Conclusión ++

Para hacer una buena película animada, no se necesita de mucho dinero. Esta cinta confirma que en ocasiones, el ingenio y creatividad son los mejores recursos para mantener una audiencia feliz y satisfecha con una cinta de trama sencilla en apariencia, pero rica en mensaje, detalle, humor y acción.

lunes, 19 de abril de 2010

2033

El cine mexicano no se caracteriza por incursionar a menudo en el género de la ciencia ficción, sino más bien de los caprichos presidenciales, llegándose incluso a catalogar bajo este esquema. Debido a que carecemos de una "industria", y que la gran mayoría obtienen subsidios del gobierno para su realización, el filtro para las historias depende del perfil de cada sexenio.Este en particular, se caracteriza por la "mochez" de su mandatario y el partido político al que pertenece, y por ende hemos notado un discreto "boom" en las películas con temas más conservadores, aunque claro, siempre existen las excepciones.
En este marco aparece una extraña propuesta, contraria a lo visto anteriormente en cintas como Arráncame la Vida y Luz Silenciosa, y que recuerda a la fallida Génesis, anunciada como el retorno de México a la ciencia ficción pero que jamás llegó a ser estrenada, y se trata de 2033, un ambicioso proyecto del director Francisco Laresgoiti, escrita por Jordi Mariscal y el propio Laresgoiti.
Desde que fue anunciada, la cinta se me hizo una simple estrategia para ver si un estilo de cine mexicano comercial podría tener un mejor impacto en este momento, luego de haber visto favorables destellos en taquilla, con películas como Matando Cabos y Kilómetro 31. Con gran curiosidad quería ver si el producto final le haría justicia al curioso póster, en donde una especie de aro de metal rodeaba a la Torre Latinoamericana, mientras varios soldados parecían ser desplegados en las calles.
Antes de entrar en detalles sobre la película en sí, he de destacar que la distribución de la cinta sobrepasó mis expectativas, pues si bien cintas premiadas como Temporada de Patos tardaron cerca de un año en llegar a estas costas, 2033 apenas tardó una semana antes de aparecerse en las marquesinas y proyectores de Cancún.

++ Deja vú futurístico ++

Si bien 2033 es, en apariencia, una película de ciencia ficción futurista, la historia está completamente basada en un hecho histórico a menudo reducido en la historia de nuestro país: la Guerra Cristera. Este episodio oscuro en donde el ejército terminó volcándose contra los religiosos en sangrientas batallas, donde el cristianismo prácticamente se convirtió en delito y los fieles en carne de cañón. La premisa es retomada para narrar la nueva dictadura que rige al México en el año referido, bajo el mandato del insurrecto PEC (nombre tomado de Plutarco Elías Calles), quien, luego de haber dado un Golpe de Estado y de paso haber borrado de tajo la manifestación religiosa, cae enfermo y designa a su sucesor (no recuerdo el nombre y no aparece en los links), quien a su vez tiene en mente a su hijastro Pablo para heredar el control del país.
Dicho heredero es Pablo, un joven que parece gustarle la sociedad elitista y la posición de poder que ostenta en Villaparaíso (como se le conoce al DF en la cinta), pero que a ratos entra en conflictos morales, sobretodo cuando se trata del maltrato al prójimo. Paralelamente, se nos presenta la mancuerna entre el gobierno dictatorial y la compañía farmaceútica mas poderosa del país, bajo el mando del doctor Stam (¿Simi?), que producen una bebida llamada Pectanol (¿algo que ver con el etanol?), una especie de droga autorizada que se le vende a las masas populares, que logra relajarlos y amansarlos para mantenerlos a raya (como el Soma de Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley).
Pablo tambien tiene un problema, es adicto a una droga que se inyecta en los ojos, la droga de los ricos al parecer. Nadie mas que su abuelo nota su adicción, que es adormecido con otra sustancia administrada por su hija (la madre de Pablo, vamos), así que ni como ayudarlos. En los breves momentos de lucidez, el abuelo empieza a sembrar la idea en la mente de Pablo que su padre está vivo. Tras una fuerte discusión con su nieto, el abuelo es asesinado accidentalmente por éste último, lo que lleva a Pablo a sentirse de nuevo vacío y confundido, tratando de encontrar una respuesta a sus dudas.
Cuando descubre a que Miguel, uno de los mandamases es parte del grupo rebelde religioso al que han estado tratando de eliminar, Pablo se ve en la disyuntiva sobre si denunciarlo o averiguar algo más sobre la misteriosa muerte de su padre, ocurrida a inicios de la guerra. Por azares del destino, Pablo termina en el cuartel de los rebeldes, donde conoce a una joven llamada Lucía, y empieza a aprender sobre la historia secreta que le ha sido ocultada.
El padre Miguel lo convence de unirse a su causa y lo recluta para una misión de salvamento: su padre, el legendario Goros (¿Goros? Como el Goro de Mortal Kombat, bueno, es otra referencia a la Guerra Cristera) esta prisionero en uno de los edificios del PEC, una suerte de cárcel para todos los activistas, políticos y disidentes que osan desafiar al régimen dictatorial. He de confesar que el diseño de la prisión - una burbuja de agua sobre el busto de las personas - está muy bien logrado, sobre todo porque la mayor parte del escenario en esa escena fue generado por computadora.
Aquí empieza un nuevo acto de la película: el reencuentro entre el padre y el hijo y nuevas pistas sobre el pasado. A la par, Goros inicia el reclutamiento de las diversas células de insurgentes religiosos para amasar una gran fuerza bélica y derrocar a PEC. Tambien inician un supuesto ataque terrorista contra la base donde se produce el Pectanol, a fin de liberar a la gente de esa maldita sustancia. Bueno, de alguna manera todo sale mal, terminan inculpándolos de varias cosas, Miguel es atrapado y los insurrectos masacrados. La escena final muestra a Goros y a Pablo escapando de la ciudad para reunirse con otras fuerzas paramilitares instalados fuera de Villaparaíso.
De esta manera, se cierra la primera parte de lo que será una trilogía, con la segunda entrega fungiendo como precuela, y la tercera como desenlace de la historia.

++ El aspecto futurista ++

Como buena película mexicana, 2033 no brilla por tener un presupuesto millonario que apantalle a las audiencias. Por el contrario, y este es un punto que considero positivo, se agarraron de edificios y sets ya construidos para ambientar de manera modesta pero efectiva lo que será nuestro país en unas décadas. Francisco Laresgoiti incluso parece haberle hecho caso al buen Robert Zemeckis, quien en su trilogía "Volver al Futuro", indicó que no quería presentar un ambiente futurista porque siempre es predicho erróneamente.
Si bien las tomas de interiores cumplen con su cometido, las exteriores presentan algunos problemas, y me sorprende dado que escuché que Laresgoiti es ingeniero o algo así. El caso es que, empezando por la Torre Latinoamericana, los cambios "futuristas" se ven algo ridículos. Hay otro edificio en el Distrito Federal, cuyo nombre desconozco, pero que es una especie de triángulo. El caso es que ahora le añadieron otro triángulo invertido encima, para que se va como una especie de X. Digo, esta bien que el paso del tiempo obligue a modificaciones, pero algunas no tienen lógica aparente. Digo, igual y sí, pero a primera vista no parece, y como ni siquiera incorporan estos elementos en la trama, parece que son simples adornos para que se vean futurísticos.
A pesar de ello, hay otros edificios que si se ven "con onda", y el incorporar zepelines sobrevolando la ciudad fue un buen detalle.

++ Moda disfuncional ++

En el aspecto del vestuario, las cosas no marcharon tan bien, desde mi punto de vista. Si supuestamente la clase media se ha convertido en una fuerza obrera sin voluntad ni beneficios, entonces sus uniformes de trabajo, que combinan telas plástico-metálicas con coberturas transparentes, no cumplirían con su objetivo, empezando por las cortas faldas de las mujeres.
Por otra parte, el vestuario de las clases altas también choca un poco. Sé que es dificil tener una visión de lo que será la vestimenta en unas décadas, pero viéndolo bajo el dicho de que la moda es cíclica, pudieron haber inventado algo para que todos regresen a los tweeds ingleses ó los vestidos de la época victoriana (y convertirse en la primera película steampunk mexicana, ¡yeah!),y cumplir de una mejor manera un aspecto que, manejado ligeramente, mal, produce un ridículo resultado.
Parece como si lo que hubieran querido hacer es combinar el estilo industrial con los recursos de esta época (el plástico principalmente), y les hayan querido dar un look raro adrede, sin sentido ni función real. En resumen, se podría haber hecho algo con más coco.

++ Actuaciones a la Aldous Huxley ++

Debido a que la cinta muestra rasgos evidentemente "prestados" de otras obras del género, como 1984, Un Mundo Feliz, Blade Runner, e inlcuso Minority Report, algo de esto se tenía que permear a la dirección de escena. Basándose en lo anterior, y en que el arrebato del sentido religioso en la vida común y corriente ha dejado una huella tangible en las personas, éstas ven sus vidas desprovistas de esa chispa que detonaba el apego a las emociones, tornándose unos seres más indiferentes, sin sentimientos.
Sin embargo, y a pesar de que es difícil lograr una interpretación así, el talento se ve muy polarizado. La personificación de Pablo se ve muy pobre cuando se le compara con la del padre Miguel o la de Goros, que en ocasiones hasta resultan muy por encima de la barda en su talento histriónico. Vamos, hasta cuando Pablo cambia su perspectiva, su papel se sigue viendo demasiado acartonado, y el de los demás, muy cliché.

++ Conclusión ++

La incursión de 2033 en el cine es arriegsada, y si bien parece estar muy bien patrocinada, el éxito en taquilla no viene siendo una garantía para una historia como ésta. Tiene momentos en donde pretende ser fuerte y transgresora, como cuando un martillo destroza a un crucifijo en la escena inicial. Sin embargo, tiene varios puntos débiles que se acentúan por el manejo de un tema que no se domina en nuestro país, y que, al juzgar por esta película, aún le queda un camino para estar a la altura de algo "más que decente".


sábado, 17 de abril de 2010

Al Filo de la Oscuridad

Tras años de fungir como director o productor en sus propios proyectos, Mel Gibson retorna a lo suyo: actuar en películas de acción. Basada en la serie del mismo nombre y director, Martin Campbell, presenta la historia de Tomas Craven, un policía de Boston que, a horas de haberse reencontrado con su hija, sufre un atentado en donde ésta última pierde la vida. Inicia entonces la búsqueda de los asesinos, pensando en un principio que él era el blanco del atentado, para luego descubrir que en realidad estaba dirigido a su hija. 
Al Filo de la Oscuridad es una película plagada de suspenso y acción, que hace una crítica a la corrupción del gobierno en pro de las empresas privadas, en este caso, de una compañía de armas que termina vendiendo sus productos a países enemigos de Estados Unidos.
Realmente no tengo mucho que decir de esta cinta. Mel Gibson repite su papel de padre abnegado y amoroso, a la vez que es un honesto oficial de la ley, clichés ya gastados en el actor, pero que sin duda, son los que mejor le acomodan. A pesar de que el protagonismo recae en Gibson, realmente es Ray Winstone, en su papel de Jedburgh, quien se logra llevar la película. Simplemente es un papel tan ambivalente, que resulta imposible no identificarse con su deambular por los lados del bien y del mal. A pesar de ser el encargado de limpiar los restos del intento de la hija de Gibson para sacar evidencias de la compañía, en varias ocasiones ofrece su ayuda al policía, a pesar de tener la oportunidad de matarlo en ese momento y terminar con el problema.
La película es bastante dominguera, muy gringa, con trama no muy compleja pero bien escondida tras sendas capas de suspenso. En el aspecto técnico, cada elemento cumple su función, pero nada más. El lenguaje visual es el preciso, pero no mantiene una propuesta fuera de lo convencional. La música es lo mismo, todo sirve para que la acción y la trama se mantengan en los ejes de la oscuridad. Nada más que decir.

Alicia en el País de las Maravillas

Reseñar esta película constituye un reto para mi persona, y será un tanto confusa dado que existen tantas versiones y adaptaciones del libro, que uno ya no sabe a ciencia cierta cual se debe tomar como "la mejor" o "la mas fiel", e inclusive "la mejor adaptación". Y es que en un libro que a primera vista se tacha de "fumado", "raro" o meramente "para niños", se encuentran muchas metáforas respecto al crecimiento y la madurez de una niña en un mundo que de ser normal pasa a ser completamente raro y desconocido, una clara alusión a la pubertad y los cambios acontecidos en la adolescencia.
Ahora, el choque entre el mundo mental de Alicia y la Infratierra, a la que ella llama Wonderland, es una parte central de la historia. El conflicto nace cuando la niña debe cambiar su percepción del mundo para que se ajuste al plano correcto, es decir, una violenta transición de un raciocinio infantil por uno adulto, que, por supuesto, no termina de entender. Ahora, de esa esencia contrastada, Burton extrae una Narniesca adaptación que, si bien se atañe al núcleo en los cimientos, termina por disolverse en un mar de incoherencias demasiado lógicas y aventuras clicheadas.
También debo destacar que Linda Woolverton, la guionista de la película, se basó en gran medida de la auténtica fuente, los libros de Carroll, dejando la película de Disney un tanto de lado. De ahí que muchos personajes y elementos como el Jabberwocky, la Sota de Corazones, y la misma Espada Vorpal (en español la tradujeron como Vórpica, yo la traduje justo como se escribe en inglés "Vorpal Sword") sean nuevos para aquellos que sólo contaban con la referencia animada de 1951. Además de incorporar a nuevos actores, hizo una curiosa y extraña fusión: combinó a la Reina de Corazones del primer libro (que aparece en la versión de Disney) con la Reina Roja, una pieza de ajedrez con forma humana del segundo, lo que trascendió en uno de los personajes más aclamados e inestables de esta nueva versión.
Y como el buen Johnny Depp estaba casi anclado a esta versión por ser el actor fetiche de Burton, la historia debía sostener un gran lugar para su personaje, el Sombrerero Loco, por lo que su papel en la trama fue ampliado.

++ A través del ropero ++

Este es el apartado que menos disfruté, no tanto por lo que se entregó en la cinta, sino por lo que NO se entregó. Esperarme "algo más" de la película en pleno 2010, tras haber visto la espantosa decadencia del cine hollywoodense en estos tiempos es pedir cosas imposibles. Para tramas inteligentes existen muchas películas del llamado "cine alternativo" así que por favor, no las vengan a pedir al mainstream, porque solo queda una enorme decepción.
Sobra decirlo, Alicia dista mucho de tener la riqueza de otras entregas del director, como El Hombre Manos de Tijera, Jack, etc. aquellas que solía hacer en mejores épocas y que ahora han cedido el paso a la comparsa de adaptaciones a las que desde principios de siglo nos ha sometido: El Planeta de los Simios, Charlie y la Fábrica de Chocolate, Sweeney Todd, El Gran Pez y tambien ¿por qué no? Sleepy Hollow. Con grandes altibajos y contrastes entre géneros, unas brillan por la fuerza narrativa y otras en el aspecto técnico, pero todas pertenecen, en esencia, a otros creadores.
Aún así, de Alicia en el País de las Maravillas se pueden sacar kilómetros de nitrato de plata sin que se vuelva tedioso o aburrido, es tanta la riqueza en personajes, subtramas, y mundos por mostrar, que es prácticamente imposible que se pueda hacer algo clicheado al adaptarla. Pero Burton confirma la excepción.
¿Qué necesitó? Un predecible "Cookie Cutter" para generar casi automáticamente una trama plana y secuenciada para deleite de las obtusas mentes de la audencia norteamericana promedio. El cookie cutter en cuestión es la misión de Alicia para liberar a Underland del malvado yugo de la Reina Roja, que destronó a su hermana, la Reina Blanca e instauró un duro régimen de maldad y terror. Aquí es cuando, desde mi punto de vista, Alicia pasa no a través del espejo, sino a través del ropero, hacia una Narniunderland.

La historia comienza con una Alice de diecinueve años que va camino a la residencia de los Ascot, en donde tendría lugar una fiesta para que el joven heredero le proponga matrimonio. Tras varios choques con los usos y costumbres de la sociedad inglesa, aparece de nueva cuenta el Conejo Blanco, insinuándole que se le ha hecho tarde. Justo como en la primera parte, Alice lo sigue hasta un agujero en el suelo, internándose hasta caer por el hueco y aterrizar en la Underland. Tras varias referencias chistosas a su primer viaje, se encuentra de lleno en el jardín, escuchando cuchicheos que se preguntan si es La Alice, o si se han equivocado de nuevo. En ese momento se encuentra con Tweedledee, Tweedledum, el Lirón, y un Dodo cuya voz es la del mismísimo Alfred de las primeras de Batman, Michael Gough (y que por cierto, salió de su retiro para prestar su voz), lo que lo convierte en otro de los actores clichés de Burton.
Aparece entonces el Bandersnatch, ahuyentando a todos los presentes. Alice se recuerda a si misma que todo es un sueño, pero cuando la bestia la muerde en el brazo, comienza a aceptar que no está tan dormida como cree, y así, logra escapar junto con los regordetes gemelos a un lugar seguro. Tras ciertas peripecias y más secuestros, se encuentra con el Gato Cheshire, quien le indica el camino hacia el Sombrerero Loco, y la apura antes de que las tropas de la Reina Roja la encuentren.
Ya en la eterna fiesta del té (en el libro, Carroll explica que tanto el Sombrerero Loco como la Liebre de Marzo quisieron "matar el tiempo" en un sentido más literal que figurativo, y por ello fueron condenados a vivir la misma hora durante el resto de sus días, de ahí que siempre estén tomando el té), el Sombrerero la reconoce como La Alice, a pesar de las dudas de una neurótica pero comiquísima Liebre de Marzo.

No tienen mucho tiempo para explicaciones, ya que la Sota aparece para buscar a la joven. Y bueno, para no hacerle más al cuento, el Sombrerero, junto con el resto de los personajes principales, es capturado por la Reina Roja, quien evidentemente derrocó a su hermana, la Reina Blanca, y se quedó con el control de Underland. Todo con ayuda de su mascota, el terrible dragón Jabberwocky, un terror alado que mantiene a los enemigos de la Reina Roja a raya.
Ahora, de acuerdo con el Oraculum, una especie de calendario que tambien registra los días que vendrán, Alice es la elegida para derrotar a tan temible bestia, y para ello deberá usar la legendaria Espada Vorpal. Sin embargo, y como varios de los Underlandianos le hacen notar, ella ha dejado de ser La Alice que los visitó cuando tenía 6 años, y debe reencontrarse con su verdadera naturaleza antes del día Frabjous, que es cuando deberá librar la batalla final. Es en este momento cuando, gracias a la catarina, la "Almost Alice" se completa a sí misma y viene a ser una "Full Alice", es decir, la guerrera destinada a cumplir con la profecía del Oraculum.
Tras una serie de peripecias, Alice logra salvar a los prisioneros y de paso consigue la Espada Vorpal, y logra reunirse con la Reina Blanca en su castillo, para alistar preparativos para la batalla final.Resulta curioso ver, aunque sea por unos instantes, se puede apreciar a Johnny Depp en su atuendo de batalla al más puro estilo escocés, ataviado con una faldita a cuadro y su espada de William Wallace (Corazón Valiente). La reminiscencia con A Través del Espejo en las tomas aéreas no podían ser más obvias: ambos ejércitos se encaran en un terreno que se asemeja a un tablero de ajedrez. Las tropas de la Reina Roja figurándose a una baraja de naipes y el de la Reina Blanca como piezas de ajedrez. El suspenso para la confrontación no puede antojarse más épico. Y luego viene la decepción.
Mientras el Campeón de la Reina Blanca, Alice, con todo y armadura se presenta para pelear, la Reina Roja invoca al Jabberwocky para asestar una victoria fácil. Los ejércitos rompen filas y todo se termina en un dos por tres. Ni la excelente ambientación, ni la profunda voz de Cristopher Lee como el Jabberwocky (otro de los actores de cajón de Burton), vamos ni el pésimo humor logran rescatar esta minúscula secuencia de una intrascendencia segura.

Y viene lo peor de toda la cinta. Después de haber hecho múltiples comentarios respecto a que el Sombrerero era el mejor bailarín del Futterwacken (una especie de danza), por fin accede a echarse el numerito. Bueno, la escena no puede ser menos que vomitiva. Es tan cursi, tan ñoña, que da pena ajena.
Tras lograr la victoria, tanto la Sota como la Reina Roja son condenados al exilio de Underland para siempre. El Sombrerero le propone a Alice quedarse en el mundo para siempre, escapando así de la  cotidianeidad que no alcanza a comprender. Pero, como en toda historia épica, el héroe debe regresar a su mundo.
Ya de vuelta en la fiesta, Alice se impone a las voluntades que oprimen su vida y decide emprender su propio destino: ser una comerciante capitalista que trazará nuevas rutas marítimas para comerciar en India y China. Sin duda, el peor destino que le pudieron otorgar a la joven.

++ Alice y la Fábrica de Chocolate ++

Visualmente, la película es hermosa. Escenarios y personajes tienen una identidad estética única y diferenciada del resto. Los detalles no faltan ni en el vestuario, decorados o ambientación. El diseño de los vestidos de la niña a lo largo de la cinta, las armaduras de los soldados, hasta las plumas del sombrero del Sombrerero muestran una alta dosis de empeño y dedicación.
El colorido se asemeja a trabajos anteriores como El Gran Pez y Charlie y la Fábrica de Chocolate, pero mantiene ciertos rasgos oscuros característicos de Burton, en especial me saltó el fondo en la fiesta del té, donde se puede apreciar un tétrico molino que recuerda a Sleepy Hollow. Ni qué decir del castillo de la Reina Roja, que más bien parece una adaptación de Hollow Bastion, el emblemático castillo final en la serie de Kingdom Hearts.
Desgraciadamente, el ritmo tan acelerado que se le imprime a la película, deja de lado toda esta belleza, el espectador no puede detenerse un momento a apreciar el impacto visual porque la historia ya lo tiene corriendo junto a la terca Alice, provocando una pérdida en el mejor recurso del director.
Contrastes entre el pasillo de las flores, la fiesta de los Ascot, y el campo de batalla del final dejan un deseo de volver a la cinta en otro momento, pero el pobre trabajo en el guión destruye estos mismos deseos de apreciar la estética en una cinta que es olvidable de sobremanera.

++  La música ausente ++

Musicalmente, la cinta se muestra fuerte, pero un tanto mediocre y monótona. Es decir, la mancuerna Burton-Elfman nos tiene acostumbrados a escuchar sus poderosas y exquisitas meoldías desde la extensa secuencia de créditos iniciales, tan típica en Tim, y tan ajena en Disney. Desgraciadamente, como la cinta inicia aventándote el título sin más, la introducción a la música de Danny se pierde, el leit motif se deja a la habilidad auditiva y el espectador común deja de identificar los cambios en la música.
El soundtrack es otra onda por completo. En mi opinión, la esencia ecléctica del disco, con artistas tan opuestos como Avrli Lavigne y Shinedown, le confieren la fuerza y magia ausentes en la cinta. Comentarios en Youtube afirman que las canciones debieron haber estado incluidas dentro de la película, en lugar de dejar sólo "Alice" de Avril Lavigne para el fiinal.